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so: “En este taller, que representa el primer punto
de cohesión para los intérpretes post-modern,
(Robert Dunn) desarrolla el hilo de una
serie de reflexiones sobre la estructura
de base de la danza, entendida
como movimiento fuertemente
creativo que tiende a la unión
de fantasías formales y de nuevos
materiales performativos
extraídos de lo cotidiano. A
él se debe el comienzo de los
conciertos en la Judson Church
en Washington Square"1.
Lo eminentemente trascendental
del planteo rupturista de Dunn fue la
decisión de separar composición de coreografía,
éste es el punto. Los procesos creativos
se tornaron tan (o más) importantes que el resultado,
dado que éste dejó de presentarse
La esencia de la expresión de los post modern
Colectivo diverso y pluralista, los bailarines que
luego de haber trabajado con Robert Dunn,
comenzaron a auto convocarse alrededor de
los conciertos realizados en la Judson Church en
Nueva York a partir del año 1960, persiguieron
los objetivos tanto de igualdad y libertad en
el movimiento como en los cuerpos. La fuerte
crítica a la diferenciación de superioridad entre
movimiento técnico y no técnico los llevó a preguntarse,
no sólo acerca de la movilidad de los
Los procesos
creativos se tornaron
tan (o más) importantes
que el resultado, dado que
éste dejó de presentarse
como meta a la cual arribar
necesariamente, habilitando
la experiencia de no
saber de antemano.
como meta a la cual arribar necesariamente,
habilitando la experiencia de no saber de antemano.
Para ello, Dunn incentivó a los
bailarines a que indaguen y creen
procedimientos, esto podía ocurrir
en base a juegos, al azar o cualquier
otro tipo de acción que
fuese indeterminada, como por
ejemplo seguir instrucciones.
Es en esta convergencia que
se comenzó a pensar al cuerpo
humano en movimiento como
portador de material simbólico en
sí mismo, más allá de cualquier otro
elemento adicional, como podría ser
el dominio de una técnica de movimiento
determinada, la música, la narrativa… El espectador
comenzaba a tener la posibilidad de
entrar al suceso y completarlo.
cuerpos entrenados o no entrenados, sino sobre
los cuerpos mismos. Cualquier cuerpo comenzó
a valer la pena de ser visto, los movimientos
cotidianos se re significaron, las distintas partes
del cuerpo empezaron a perder relevancia en
relación a otras (como ocurría tradicionalmente
con las piernas), así como también aparecieron
las direcciones espaciales inhabituales para
esos segmentos corporales; iniciando un proceso
de des-jerarquización en la danza.
Yvonne Rainier: “La
mente es un músculo”,
Mayo de 1966. Judson
Memorial Church, New
York City.