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periencia estética del observador se relaciona
con la respuesta de su aparato sensorial neural.
En los circuitos motores y afectivos del cuerpo
de los bailarines observados, todo depende de
la experiencia sensorio-motora anterior que tiene
cada espectador (Calvo-Merino et al 2010).
Calvo-Merino y otros estudiosos (2010) señalan
que los circuitos cerebrales especializados en
representar al cuerpo y sus acciones se relacionan
con una experiencia estética asociada
a la danza. El objetivo de la investigación era
comprobar las implicaciones en el juicio estético
de la danza, y/o posturas de danza, como la
pérdida de sensibilidad estética o discriminación
estética. El interés no se centraba en obtener
evaluaciones positivas o negativas sobre la performance
observada. Los autores sugieren que
los estudios neuroestéticos se deben concentrar
en procesos, no en evaluaciones estéticas. Las
preferencias estéticas pueden ser muy sutiles y
varian de persona a persona. Estas particularidades
no se incluyeron en la investigación de
aquel momento.
Por otro lado, Cross y otros estudiosos (2011)
afirman que al realizar investigaciones en neuroestética
relacionadas a la danza se aborda la
interacción entre la capacidad física y la evaluación
estética de la observación. Los autores
argumentan que existen varios estudios sobre
soportes neurales de la experiencia estética,
percepción y observación de la acción y la activación
de áreas motoras del cerebro via FMRI
(Functional Magnetic Resonance Imaging). Las
regiones cerebrales que se ocupan de observar
la danza, ayudan a abordar las interacciones
entre los procesos cerebrales y la evaluación
estética.
La investigación de Cross y otros estudiosos
(2011) concluye que los espectadores admiran
mucho más los movimientos difíciles de reproducir.
Esto explica el motivo por el cual muchos
espectadores pagan entradas muy caras para
admirar acróbatas, atletas que juegan o bailarines
de alto nivel. Para Cross y otros estudiosos
(2011, p.6), “Si todo el público pudiera reproducir
los movimientos de acróbatas, atletas o bailarines,
esos espectáculos dejarían de existir.” La
causa del placer que genera este espectáculo
puede ser su aparente naturalidad y ausencia
de esfuerzo. Por otro lado, el espectador sabe
que observa una proeza física muy distante
de sus propias habilidades. Para algunas personas
el espectáculo es un deleite. Para otras
representa una agonía por miedo a la altura o
vértigo, que se encuentra en la percepción y
emoción de las neuronas.
La neurociencia permite conocer nuestra experiencia
en el arte, cómo se configuran los
Ph: Fabiana Sylvester