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Traducción perceptual + Significado + Memoria + Metáfora
Escritura metafórica del cuerpo en la danza
Patrícia Cruz Ferreira
Como resultado de la investigación de la Maestría en Danza – PPGDanza/UFBA – el texto
presenta algunas argumentaciones sobre la hipótesis de la danza como lenguaje en el que los
cuerpos del ambiente escénico (bailarín y espectador) realizan una acción cognitiva de
caracter textual – comunican signos que componen una escritura metafórica que muestra,
entre otros aspectos, la traducción, el significado y la memoria. Es una comunicación
producida desde la percepción y la observación del mundo.
Danza, escritura metafórica del cuerpo, lenguaje, percepción
Pensemos en algunos puntos. El primero, la danza,
es decir, cualquier danza. Luego un contexto
de la danza: su realización escénica en
cualquier ambiente, como por ejemplo, plazas,
teatros, calles, escuelas, entre otros. Por último,
veremos los dos tipos de cuerpos que componen
el ambiente, el bailarín y el espectador. A
partir de la distinción entre los elementos y sus
relaciones – la danza presentada en el escenario
y los cuerpos del/de los bailarín/es y de los
espectadores – se puede pensar en un tipo de
movimiento natural del cuerpo, que le permite
traducir de forma significativa su experiencia
con la danza. Denomino a esta operación de
comunicatividad/traducción perceptual de los
cuerpos en la danza de escritura metafórica del
cuerpo. De esta manera, la danza es comprendida
como un lenguaje.
Desde un punto de vista más amplio, los conceptos
de semiótica propuestos por Charles
Sanders Peirce (1839-1914) definen al lenguaje
como cualquier manifestación de lenguaje – un
conjunto de signos o mezclas sígnicas, sea de
forma verbal o no verbal (texto, habla, danza,
pintura, música, entre otros), sea una actividad
humana o no humana (lenguaje de los pájaros,
de las computadoras, del viento, la arquitectura,
el vestuario utilizado en la danza, la escenografía,
los sueños, por ejemplo). El “signo
aparece primero (algo que se presenta en la
mente), relacionado con un segundo (que es
lo que el signo indica, refiere o representa) a un
tercero (el efecto que el signo provocará en
un posible intérprete)”. (SANTAELLA, 2004, p. 7)
Gracias al concepto peirceano, que relaciona
al lenguaje con el signo, la danza se posiciona
como lenguaje y, de esa forma, es significativa.
Según la teoría de los signos de Peirce, cada lenguaje
es significativo y puede expresar significado.
Es significativo porque involucra la relación
activa entre cuerpo, ambiente y todos los aspectos
posibles de la experiencia, relacionando
elementos como aparatos motores, mentales,
factores culturales, emocionales, imágenes, etc.
(JOHNSON, 2007).
En el encuentro con el ambiente-danza, como
en cualquier instancia de la vida, el resto del
cuerpo es controlado por el cerebro de forma
incesante y, al mismo tiempo se registran los
modelos de los cambios ocurridos en ese momento.
La memoria, es decir, la capacidad que
tiene el cerebro de evocar parcialmente esos
modelos controlados en experiencias futuras, es
una de las responsables por la capacidad de
lectura/traducción del mundo (personas, objetos,
lugares, movimientos de danza, palabras,
entre otros). (DAMÁSIO, 2011) Si entendemos
que el cuerpo actúa y comprende a su entorno
por un procedimiento metafórico (RENGEL,
2007) - un modo natural como obra del cuerpo
donde existe un flujo contínuo de información
sensorio-motoras - se presupone que la acción
de una escritura metafórica del cuerpo en la
danza es el resultado de procesos de control,
significación, traducción, memoria y metáforas
(LAKOFF y JOHNSON, 1999, 2002).
El contexto de la danza en escena se compone
de elementos significativos que transmiten
y permiten varias interpretaciones, dependiendo
de la percepción/acción (NÖE, 2012, 2004)
de quien la interpreta y la observa. La música,
los objetos de la escena, el vestuario, el/los
bailarin(es), los espectadores, la iluminación, el
espacio dramático y el maquillaje, entre otros,
funcionan como sugestiones para comprender/leer
la danza, para establecer relaciones
y darle sentido al ambiente. Así, dependiendo
de la manera como esos elementos se organizan
en el tiempo y espacio, los espectadores y
bailarines, de forma autónoma y por un procedimiento
metafórico del cuerpo, producen sus
escrituras/signos de la danza.
En danza, cuando hay movimentos de selección
y combinación de unidades mínimas perceptuales
(por ejemplo, la actividad neuronal
de la corteza motora y del sensorio relacionado