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Autogestión
escribe Verónica Rodríguez
Autogestión colectiva en estado
de improvisación
Durante noviembre de 2013 se realizó la primera
edición de Radicante, proyecto de intercambio
de prácticas culturales entre Argentina y México.
Se convocaron referentes argentinos de Música
y Artes Escénicas para coordinar un espacio de
encuentro, que a modo de taller pudiese propiciar
y potenciar procesos de gestión cultural
autogestiva. El encuentro tuvo lugar desde el 28
de noviembre hasta el 1 de diciembre de 2013
en el Centro Cultural de España de Ciudad de
México.
En las ciudades o localidades que están por
fuera de los circuitos capitalinos se vienen desarrollando
múltiples estrategias de gestión ligadas
a colaboraciones, intercambios, proyectos que
aún no tienen un circuito de difusión extendido
y que en la actualidad están experimentando
instancias primarias de reflexión y análisis.
Desde hace unos años algunos artistas del teatro
y la danza se van inscribiendo en el campo
de la gestión cultural a partir de las necesidades
mismas del sector y es en función de estas lecturas,
que ponen en juego una cantidad
importante de recursos creativos a
los fines de generar espacios de
circulación para su propio trabajo.
Estos recursos van configurando
un modo de acción,
en el cual elementos de los
mismos lenguajes escénicos
se potencian y se presentan
como la modalidad de
proyectar y de gestionar en
Son los propios
artistas guiados por sus
necesidades, quienes realizan
una lectura política de sus
realidades y de sus territorios,
trazando metas, adquiriendo
conocimientos en la propia tarea y
organizándose, lo que construye y
mejora los circuitos de difusión
de sus producciones.
consecuencia.
Es destacable el impacto en los modos de producción
del teatro independiente, a partir de la
democratización y federalización de los recursos
nacionales, cuando allá por 1999 se promulgó la
Ley Nacional del Teatro, asimismo la inclusión de
Argentina en el Programa Iberescena, incorporó
el panorama iberoamericano como una posibilidad
que abriría el mapa para la escena local.
Las legislaciones provinciales y municipales son
diversas, en el mejor de los casos situacionales y
en el peor de los casos nula. Tradicionalmente
las planificaciones de la política pública, están
en relación al resguardo del patrimonio cultural
o la promoción sociocultural.
El valor de la gestión en las artes escénicas independientes,
como un elemento intrínseco
de la producción cultural, es aun materia pendiente
en los grupos y compañías del interior
del país y, corre peor suerte la figura del gestor
cultural, ese agente se asocia rápidamente a
la función pública, a quien puede manejar un
presupuesto estatal, o a aquellos que transitan
una formación en dicha especialidad.
Esa representación, ese
imaginario, y la falta de acceso
a la formación particularizada
en gestión cultural provocan
que los mismos que llevan a
cabo dicha práctica en el
ámbito independiente, no reconozcan
o no ponderen su
propia influencia en la gestión
Ph: Fabiana Sylvester