Informe en derecho Pey. - CIPER Chile

GUILLERMO BRUNA CONTRERASejecutarse los contratos y que ellos obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino atodas las cosas que por costumbre pertenecen a la obligación contraída. Es público ynotorio que en Chile existía en ese entonces –y lo prueban las propias circunstanciasdel vendedor señor Darío Sainte-Marie– la costumbre de emitir traspasos en blanco ylo ratifican opiniones judiciales y de la propia Superintendencia de SociedadesAnónimas; b) la primera regla sobre interpretación de los contratos, que dice:“conocida claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más que alo literal de las palabras.” (1560), y c) que también que sirve para interpretar “laaplicación práctica que hayan hecho de ellas ambas partes, o una de las partes conaprobación de la otra.” (1564 inciso final)La compraventa celebrada entre los señores Sainte-Marie y Pey, que seextendió entre los meses de marzo a octubre de 1972, se hizo sobre la base de laentrega de los títulos del vendedor y de traspasos en blanco firmados por quienesaparecían como dueños de las acciones en el Libro-Registro de Accionistas, sin serlo,(operación que, a su vez, repitió el Sr. Pey con eventuales compradores suyos,siguiendo la costumbre practicada por su vendedor), mientras la compraventa todavíano se había completado, ya que faltaban títulos y traspasos por entregar y precio porpagar.Si hacemos aplicación estricta de las normas legales civiles y comerciales, ylas especiales de la Ley de Sociedades Anónimas sobre el traspaso de acciones, queexigían la inscripción de los traspasos en el Libro-Registro de Accionistas, nopodemos tener dudas que el Sr. Pey cursó los traspasos y efectúo las inscripcionessobre 28.000 de las 40.000 acciones compradas al Sr. Sainte-Marie, pero no a nombresuyo sino registrando nominalmente y bajo condición suspensiva los nombres de otras33