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Plan para el estudio y la conservación de las orquídeas en Colombia
El plan de acción para la conservación de las orquídeas de la IUCN
En 1996 se publicó el plan de acción para la conservación de las orquídeas por parte de la International
Union for Conservation of Nature-IUCN (IUCN/SSC Orchid Specialist Group, 1996). Este
programa se dirige principalmente hacia la conservación de los hábitats con alta riqueza de especies
y endemismos de orquídeas. También, explora y recomienda cómo los legisladores, los científicos
y los cultivadores pueden ayudar a aliviar la gran presión que se cierne sobre las orquídeas
silvestres. Este plan de acción propende por una doble estrategia dirigida a conservar la diversidad
de orquídeas y los hábitats naturales y fomentar la propagación artificial y el comercio de plantas
propagadas. Las acciones prioritarias recomendadas son:
1. Preparar listas globales de especies de orquídeas e identificar las áreas con mayor diversidad.
2. Legislar y financiar la protección, la investigación, el manejo y el monitoreo de las áreas con
mayor diversidad.
3. Fomentar la disponibilidad de las especies de orquídeas raras o nuevas, preferentemente en los
países de donde ellas son originarias, para así disminuir la demanda de los ejemplares silvestres.
4. Rescatar las orquídeas en áreas de deforestación o intervención para su propagación artificial
y reintroducción.
5. Incentivar programas educativos dirigidos al público en general por parte de las sociedades
orquideológicas y los jardines botánicos.
6. Propender por el registro de los herbarios e instituciones científicas CITES con el fin de incrementar
el intercambio de especímenes para su estudio científico.
7. Incentivar el intercambio de plantas, semillas y polen entre los aficionados y los jardines botánicos.
Instrumentos políticos de importancia
en Colombia
En la Constitución Política de Colombia de 1991, artículos 8, 79 y 80, se señala que es obligación
del Estado y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la Nación, la diversidad e
integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia ecológica, fomentar la educación
para el logro de estos fines, planificar el manejo y aprovechamiento de los recursos naturales para
garantizar su desarrollo sostenible, su conservación, restauración o sustitución. Allí se consagran una
serie de derechos y deberes ambientales, así como algunas disposiciones relativas al medio ambiente
y los recursos naturales como patrimonio nacional. Además, señala que la protección de las riquezas
naturales y culturales de la nación debe ser una obligación compartida entre el Estado y los particulares
y para lograr esta obligación en el ámbito nacional designó a las autoridades ambientales regionales,
como las corporaciones autónomas regionales (CAR) y los entes territoriales.
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