¡Sin asclepias no hay Monarcas!
No_26
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Año 5 / Marzo - Abril / No. 26<br />
U.M.S.N.H.<br />
la base, dentro del cual <strong>hay</strong> 180,000 L de agua<br />
pura (<strong>hay</strong> tanta agua en todos los tanques del<br />
observatorio que de él se llenarían 54 millones de<br />
botellas de 1 L). En este medio los chubascos de<br />
partículas emiten luz Cherenkov, misma que es<br />
captada por cuatro sensores electrónicos (fotomultiplicadores)<br />
que se ubican en el fondo del<br />
tanque (ver fig. 4).<br />
Analizando la luz emitida por los chubascos<br />
de partículas en los detectores y el tiempo<br />
en que se realizó la detección, se reconstruye la<br />
energía del rayo gamma original y su dirección<br />
de llegada. Esto se logra usando computadoras<br />
que procesan y analizan los datos a gran velocidad.<br />
Combinando la dirección de llegada de todos<br />
los eventos de rayos gamma observados, se<br />
Fig. 3. HAWC detecta los chubascos de partículas generados<br />
por los rayos gamma y los rayos cósmicos en la atmósfera.<br />
Imágen: Colaboración HAWC.<br />
Imágen: Colaboración HAWC<br />
Fig. 4. El observatorio HAWC con sus 300 detectores Cherenkov de agua. En medio del arreglo se aprecia el edificio que<br />
alberga la electrónica del observatorio. Al fondo se observa el volcán Sierra Negra.<br />
Coordinación de Investigación Científica 41