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FIDEL CASTRO LA VIDA DEL COMBATE Y LA VIRTUD

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2: Es posible estar privado de todo sin sentirme infeliz<br />

En la cárcel de Isla de Pinos, en una carta reflexiona:<br />

“En cuanto a comodidades de orden material si no fuera imperativo<br />

vivir con un mínimo de decencia material –créeme que yo sería feliz<br />

viviendo en un solar y durmiendo en un catre con un cajón para<br />

guardar la ropa…<br />

Valdré menos cada vez que me vaya acostum-brando a necesitar<br />

más cosas para vivir, cuando olvide que es posible estar privado de<br />

todo sin sentirme infeliz. Así he aprendido a vivir y eso me hace más<br />

temible como apasionado defensor de un ideal que se ha<br />

reafirmado y fortalecido en el sacrifico. Podré predicar con el<br />

ejemplo que es la mejor elocuencia. Más independiente seré, más<br />

útil, cuanto menos me aten las exigencias de la vida material”<br />

3: No desanimarse por nada ni por nadie… cuídense de la<br />

envidia<br />

Desde la cárcel, aconseja:<br />

“No desanimarse por nada ni por nadie como hicimos en los más<br />

difíciles momentos. Un último consejo: Cuídense de la envidia;<br />

cuando se tiene la gloria y el prestigio de ustedes, los mediocres<br />

encuentran fácilmente motivos o pretextos para susceptibilidades.”<br />

En la cárcel, reflexiona:<br />

4: Yo no puedo tener debilidades<br />

“Mucho me conmueve el afán de brindarnos el mayor número de<br />

pequeñas alegrías. ¡Pero si eso se logra tan cumplidamente sin<br />

sacrificios mate-riales! ¿Quieres un ejemplo? El deseo de que mis<br />

libros estén arreglados y en orden para cuando yo llegue, me<br />

conforta, me alegra y me hace más feliz que todas las demás<br />

cosas, y no me entris-tece ni me apena, ni me apesadumbra. Yo no<br />

puedo tener debilidades, si las tuviera hoy, por pequeñas que<br />

fueran, mañana no podría esperar-se nada de mí.<br />

¡Qué pobrecita es mi biblioteca! Pero de veras que le tengo un gran<br />

cariño, y el día que yo cobre algunos pesos me comprometo pagar<br />

algunos que todavía debo (…) Al enfrentarme de nuevo con todos<br />

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