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En fin, hay de todo esto en el espectro de las visiones y las<br />
opiniones que reflejan los enemigos sobre la figura de Fidel, y<br />
algunas de las más connotadas aparecen en la Ley Helms Burton.<br />
Sin embargo, sabemos demasiado bien como ven a Fidel Castro<br />
sus compañeros y amigos así como los pueblos, no importa las<br />
cercanías o distancias que existan en sus relaciones entrañables,<br />
no importa en la lengua en que se expresen, no importa las<br />
coincidencias o divergencias de los juicios o ideas que se<br />
intercambien, no importa las coyunturas o circunstancias favorables<br />
o adversas que se presenten, no importa que se aspire o pretenda<br />
enfrentar su misma suerte o destinos, acompañarle o no en todas<br />
sus batallas, sus fracasos y victorias.<br />
Para todos esos que comparten compañerismo y amistad,<br />
compromiso, admiración, respeto y simpatía con el líder cubano, él<br />
es simple y llanamente Fidel, una persona con la cual se<br />
intercambia fraternalmente un saludo, un apretón de manos, un<br />
abrazo, unas palabras, o una larga conversación, una anécdota, un<br />
chiste, una reflexión o una descarga indignada, el anuncio de<br />
acontecimientos felices o tristes; con el cual se comparte una<br />
reunión o se tiene un encuentro ocasional en una calle, un camino<br />
vecinal, una casa, un campamento, una fábrica, un hospital, un<br />
campo de cañas, un aeropuerto, un pedazo de tierra nacional o<br />
extranjera. En fin, uno de esos sitios cualquiera donde se<br />
encuentran siempre o de vez en cuando los compañeros o amigos.<br />
O tal vez sean las distancias o las ausencias las que despiertan<br />
nostalgias por no verle personalmente y constituyan un motivo para<br />
sentirlo cerca en el corazón y en el recuerdo, o llevarlo con nosotros<br />
en una foto, en un periódico, en un libro, en una postal, en una<br />
conversación con la familia y con otros amigos. En fin, ¡hay tantas<br />
formas de llevar con nosotros a los compañeros y amigos!. Y por<br />
eso Fidel no es una excepción.<br />
También Fidel es sencillamente el Comandante o el Comandante en<br />
Jefe, que es un modo, no de verle distante por su cargo y autoridad,<br />
sino de acercarle o acercarnos más a la misma trinchera compartida<br />
del deber y del honor. Esas dos formas constituyen el reflejo de la<br />
familiaridad y el calor sentimental en las relaciones humanas entre<br />
Fidel y nosotros, sus compañeros y amigos, hermanados con él a<br />
través de lazos tal vez más fuerte que los de la misma sangre<br />
común.<br />
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