Marzo 2017

La promoción
en la era Trump
(2ª parte)
¿Qué le espera a la industria promocional?
Mucho nerviosismo existe en México desde que Donald Trump fue electo presidente para los próximos
cuatro años. En un ataque directo a nuestro país; hay muchas lecturas entre líneas que debemos
procurar antes de tomar una decisión equivocada o a destiempo. En un mundo interconectado donde
nada es absoluto, hay que mover muchos hilos para que las cosas sucedan. Por otro lado, el efecto
mariposa es un factor que se debe tomar en cuenta, en especial para las economías: países, empresas
y para las familias más vulnerables.
Mucho se sabe de la vida de este magnate
norteamericano, del que muchos han aprendido,
desde aquel reallity show de “El Aprendiz”
donde jóvenes se permitían ser humillados
–como en todo este tipo de programas- para
poder ganar un puesto en una de las empresas
del consorcio de este peculiar personaje.
Pero yendo aún más profundo, cabe resaltar
una de tantas entrevistas que le hizo el presentador
Larry King – que por cierto es hijo de
inmigrantes judíos ortodoxos ucranianos y lituanos-
en el show que durante muchos años
tuvo en CNN; donde este presentador le preguntaba
a Trump si podría compartir algunos
de sus grandes secretos como negociador. A lo
que el empresario le contestó en más o menos
palabras:
-Sí, pero se retira de mí, porque tiene mal aliento…
Inmediatamente se desconcierta el presentador
diciendo:
-Este, sí, a lo mejor últimamente no he comido
bien; a lo mejor eso me está causando mal
aliento; quizás debería hacerme una revisión
médica o ir al dentista para ver algún problema
dental…
Puso muy nervioso a Larry King, lo puso en
ridículo a nivel nacional…
-Pero volviendo al tema –dijo el presentador-
¿Nos iba a enseñar a negociar?
A lo que el invitado contestó:
-Lo estoy haciendo ¿a poco no lo incomodé?
Lo que hago siempre que voy a empezar a negociar:
pongo en desventaja a mi oponente…
Esta es una tradicional herramienta de negociación
sucia, ya que la negociación pura es la
de ganar – ganar y no la de sacar ventaja de
la situación, esta es una práctica muy típica de
este singular personaje de los negocios, aunque
ya entrado en su incursión en la política,
otra muestra más de su agilidad mental es en
un debate sostenido con el entonces Senador
Jeb Bush, en el fragmento donde se debatía lo
siguiente:
-Usted dijo el 30 de septiembre que ISIS no era
un factor…
A lo que Trump cortó de tajo con el debate sacando
de balance a su interlocutor interrumpiendo
categóricamente:
-¿Estoy hablando, o estás hablando, Jeb? Estoy
hablando en este momento… no estás
hablando, me has interrumpido Jeb. ¿Te estás
disculpando Jeb? No, ¿puedo terminar?
En esta circunstancia, lo que responda Jeb
Bush está en desventaja, ya que también fue
exhibido, en la típica técnica del doble apuro.
Así de contundente es este empresario, donde
la técnica es la de aplastar a su contrincante;
¿Pero de dónde le vienen esas cualidades?
Pues de abolengo, ya que es nieto de Frederich
Drumf, judío de origen alemán. Esto lo documenta
el diario español El País, en el que se
publica que su abuelo cambió su apellido de
Drumf a Trump debido a los prejuicios raciales
en contra de los alemanes de origen judío.
El abuelo se estableció en Manhattan, Nueva
York, con la idea de hacer fortuna. Venía de una
ciudad al sur de Alemania, Kallstadt, donde su
familia se dedicaba a la viticultura. El abuelo
inmigrante es un elemento clave para entender
al hombre que llegó a la presidencia de
los Estados Unidos. Friedrich comenzó su negocio
con restaurantes que tuvieron un éxito
30 Peopé y Merchandising