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Picos de Europa<br />
made In Italy.<br />
Desde que tengo moto soñaba con una ruta a Picos<br />
de Europa. Y el sueño se cumplió con creces<br />
ya que sería con mi hija que vive en España.<br />
Hay que empezar diciendo que yo vivo en Milán<br />
y ella en Barcelona, que yo me acabo de jubilar,<br />
mientras ella está en plena carrera como gerente<br />
de una renombrada agencia de traducciones en la<br />
ciudad condal y sacar horas de sus jornadas tan<br />
ajetreadas no es tarea nada fácil.<br />
Logramos hacerlo, fijamos una fecha: del 12 al<br />
18 de abril. Yo empiezo a planificar mi ruta desde<br />
Milán, pasando por Francia y llegando finalmente a<br />
Barcelona. De la ruta cantábrica se encargará David,<br />
salmantino afincado en Madrid que nos hará<br />
de Road Captain desde Pamplona.<br />
Seremos un trío motociclístico peculiar: mi mujer<br />
Laura y yo con nuestra Ultra Limited serie touring<br />
Harley Davidson con el nuevo motor Milwaukee<br />
Eight, mi hija Barbara con su Triumph Street Triple<br />
y David con su Yamaha Tracer …vive la difference.<br />
El 7 de abril salgo de Milán con mi excelente compañera<br />
de viaje Laura (429 km) con parada en<br />
Bordighera para comer y alojamiento por la noche<br />
en hotel en Carros, a orillas del río Varo en Niza.<br />
Paseíto relajante por el paseo marítimo de Cagne<br />
sur Mer y cenita ligera por el centro.<br />
No tardaremos en llegar al hotel porque lo bonito…<br />
está a punto de llegar: ¡mañana las Gargantas del<br />
Verdon!<br />
Dejamos las montañas de Niza y subimos el río<br />
para llegar a las Gorges du Verdon, patrimonio de<br />
la Unesco, y maravilla geológica que nos impresionará<br />
con sus paredes verticales de piedra caliza<br />
de 400 m de altura.<br />
El río y el lago nos regalan un abanico de colores<br />
jamás vistos: un verde turquesa único que juega<br />
con el color de las paredes rocosas creando un<br />
juego idílico de sensaciones a medida que entramos<br />
por el desfiladero.<br />
Pasamos La Palud sur Verdon y Castellane, el<br />
pueblo turístico más grande justamente sobre el<br />
río. Fueron 260 km por valles, montañas, lagos y<br />
ríos con carreteras serpenteantes. Ahora toca autopista:<br />
464 km para llegar a S. Marie du Mer, en<br />
Camargue, donde llegaremos sobre las 18 horas,<br />
horario perfecto para un paseíto y una cenita con<br />
una copa de vin rosé.<br />
Un pueblo muy peculiar que nos llamó la atención<br />
por su fuerte influencia española: tierra de gitanos<br />
y paella. Mañana más.<br />
9 de abril: volvemos a tomar las carreteras de la<br />
Camargue. Llanura infinita con carreteras rectas<br />
pero que destacan características únicas: toros,<br />
caballos blancos y flamencos, luego los arrozales,<br />
aquí desemboca el Ródano por un lado el<br />
Gran Ródano y por el otro el Pequeño Ródano,<br />
en el medio del mar – que a veces cuesta de distinguir<br />
cuál es cuál.<br />
Mucha agua nos acompaña por este paisaje tan<br />
bello. Seguimos por los arrozales, rodamos en<br />
una carretera recta de unos 10 metros de ancho<br />
que nos regala vistas del río a la izquierda y del<br />
mar a la derecha, en un amplia zona donde se<br />
trabaja para robar la sal al mar: maquinarias,<br />
cúmulos de sal, flamencos, … a nuestro viaje se<br />
acoplan olores de todo tipo.<br />
La carretera se acaba, estamos delante del mar.<br />
Hay grupos reducidos de gente que están disfrutando<br />
de la playa.<br />
Laura y yo vamos rumbo a Gerona porque llevaba<br />
ya años picándome la curiosidad de rodar por<br />
las 365 curvas de la carretera que conecta Tossa<br />
de Mar con Sant Feliu de Guixols. Una locura de<br />
curvas y una maravilla de vistas. 231 km en total.<br />
Estaréis pensando si finalmente el segundo día<br />
en Barcelona antes de salir para Asturias será un<br />
día de relax o no…pues sí, esta vez sí.<br />
Revisión de la moto en el concesionario de Harley<br />
Davidson de Barcelona, me siento como en<br />
casa, también porque uno de los trabajadores<br />
es un italiano afincado en Barcelona desde hace<br />
más de 20 años. Suerte que por la cerveza no me<br />
sienta “como en casa”, aquí en España cuesta<br />
menos.<br />
Una caseta gitana nos ayuda a alimentar nuestro<br />
estómago. Pero lo mejor llegará después de<br />
coger la autopista, dirección Barcelona donde<br />
nos espera nuestra hija Barbara con el tan deseado<br />
jamón ibérico y pan con tomate.<br />
La idea era quedar en Barcelona 2 días para descansar<br />
después del viaje por Francia, pero…<br />
al día siguiente las ganas de curvas nos vencen<br />
y mientras Barbara está enlatada en su oficina,