La sirena varada: Año 1, Anual
El especial del primer año de La sirena varada: Revista literaria
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de repente se imaginó todas aquellas<br />
preguntas que le harían, las veces que<br />
tendría que repetir las respuestas a diferentes<br />
detectives, tendría que servir de<br />
testigo en la corte si atrapaban al hombre.<br />
Todo eso era demasiado para él.<br />
El hombre tomó un pedazo del espejo<br />
roto y lo clavó en el pecho de su<br />
víctima. Ella cayó al suelo. Trataba de<br />
arrastrarse hacia la puerta. Él puso la<br />
rodilla derecha sobre su estómago, le<br />
sostuvo la frente y comenzó a apuñalar<br />
sus ojos, sus mejillas, dejándola<br />
irreconocible en cuestión de segundos.<br />
Evidentemente ella ya estaba muerta,<br />
pero él no se detenía. Seguía desgarrando<br />
y perforando su piel. George<br />
pudo ver las vísceras de la pobre mujer<br />
desparramadas en el suelo.<br />
El sangriento asesino había terminado<br />
su trabajo, agitado y por completo exhausto,<br />
ante la vista de un cobarde que<br />
lo había permitido. Vaya espectáculo.<br />
El hombre se levantó, dio unos pasos<br />
hacia su ventana y miró a George directamente<br />
a los ojos. El corazón comenzó<br />
a latirle sin control, se le heló la sangre.<br />
Lo estaba viendo, el asesino sabía que<br />
era testigo y seguro iría por él. Pero la<br />
verdad es que eso no pasaría. <strong>La</strong> luz<br />
del departamento de ese hombre se<br />
encendió. Una familia de cuatro entró<br />
con cajas de mudanza, felices, emocionados<br />
por lo bueno que se venía en su<br />
nuevo hogar. Todo estaba impecable.<br />
Nada malo había pasado dentro de<br />
esas paredes. Y George, a oscuras, supo<br />
que lo que en realidad veía era su propio<br />
reflejo en el vidrio de su ventana.<br />
<strong>La</strong> policía descubrió al pasar de los<br />
días que el hombre que se había suicidado,<br />
antes de hacerlo, asesinó brutalmente<br />
a una compañera de trabajo que<br />
había conseguido su dirección en recursos<br />
humanos y que estaba perdidamente<br />
enamorada de él. Ella no lo conocía,<br />
no había hablado con él jamás,<br />
pero estaba tan ansiosa de hacerlo que<br />
planeó tocar su puerta fingiendo que<br />
se había equivocado de departamento<br />
y reconocerlo de la oficina.<br />
Quién podría haber sabido que George<br />
era un hombre enfermo, por completo<br />
sin control, capaz de hacer cualquier<br />
tipo de atrocidad si se sentía acorralado.<br />
Ella lo pagó, y él, al no poder con la<br />
culpa y acabar con su vida después de<br />
ver el cuerpo mutilado en su sala.<br />
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