10.12.2018 Views

El Tio Petros y la Conjetura de Goldbach - Apostolos Doxiadis

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con soberbia resistencia, el peso de la trama. Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho, da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el
orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y
perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus
motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como
eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con
soberbia resistencia, el peso de la trama.
Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son
fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho,
da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> Tío <strong>Petros</strong> y <strong>la</strong> <strong>Conjetura</strong> <strong>de</strong> <strong>Goldbach</strong><br />

Apóstolos <strong>Doxiadis</strong><br />

Es obvio que uno no necesita conocer el sistema axiomático <strong>de</strong> Peano-De<strong>de</strong>kind<br />

para afrontar los problemas cotidianos, y el dominio <strong>de</strong> <strong>la</strong> c<strong>la</strong>sificación <strong>de</strong> grupos<br />

finitos simples no es una garantía <strong>de</strong> éxito en los negocios; pero el profano en <strong>la</strong><br />

materia no pue<strong>de</strong> ni imaginar el p<strong>la</strong>cer <strong>de</strong>l que se le ha privado. La amalgama <strong>de</strong><br />

Verdad y Belleza reve<strong>la</strong>da mediante <strong>la</strong> comprensión <strong>de</strong> un teorema importante no<br />

pue<strong>de</strong> obtenerse mediante ninguna otra actividad humana, a menos que también <strong>la</strong><br />

proporcione <strong>la</strong> mística (no estoy en condiciones <strong>de</strong> saberlo) Aunque mi formación en<br />

esta esfera fue escasa y sólo equivalió a mojarme los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong> los pies en <strong>la</strong> oril<strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>l inmenso mar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s matemáticas, marcó mi vida para siempre permitiéndome<br />

vislumbrar un mundo superior. Sí; hizo que <strong>la</strong> existencia <strong>de</strong>l I<strong>de</strong>al fuera más creíble,<br />

casi tangible.<br />

Siempre estaré en <strong>de</strong>uda con el tío <strong>Petros</strong> por esa experiencia, ya que nunca habría<br />

hecho semejante elección si no lo hubiese tenido como mo<strong>de</strong>lo.<br />

Mi <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> abandonar <strong>la</strong> carrera <strong>de</strong> Matemáticas fue una agradable sorpresa<br />

para mi padre (el pobre se había sumido en una profunda <strong>de</strong>sesperación durante<br />

mis años <strong>de</strong> licenciatura), que se alegró aun más al enterarse <strong>de</strong> que iba a pasarme<br />

a Económicas. Cuando empecé a trabajar con él en <strong>la</strong> empresa familiar, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

terminar mis estudios y hacer el servicio militar, su felicidad fue por fin completa.<br />

A pesar <strong>de</strong> este cambio radical en mi vida (¿o acaso <strong>de</strong>bido a él?), mi re<strong>la</strong>ción con el<br />

tío <strong>Petros</strong> mejoró mucho cuando regresé a Atenas, ya sin el menor vestigio <strong>de</strong>l<br />

resentimiento que había sentido hacia él. Una vez que me hube adaptado a <strong>la</strong> rutina<br />

<strong>de</strong>l trabajo y <strong>la</strong> vida familiar, <strong>la</strong>s visitas al tío <strong>Petros</strong> se convirtieron en un hábito, si<br />

no en una necesidad. Nuestro contacto era un estimu<strong>la</strong>nte antídoto contra el yugo<br />

<strong>de</strong>l mundo real. Verlo me ayudaba a mantener viva esa parte <strong>de</strong>l yo que <strong>la</strong> mayoría<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas pier<strong>de</strong>, u olvida, en <strong>la</strong> madurez: el soñador, el aventurero o,<br />

sencil<strong>la</strong>mente, el niño que llevamos <strong>de</strong>ntro, como quieran l<strong>la</strong>marlo. Sin embargo,<br />

nunca comprendí qué le aportaba a él mi amistad, aparte <strong>de</strong> <strong>la</strong> compañía que<br />

afirmaba no necesitar.<br />

Durante mis visitas a Ekali no hablábamos mucho, ya que encontrarnos un medio<br />

<strong>de</strong> comunicación más apropiado para dos ex matemáticos: el ajedrez. <strong>El</strong> tío <strong>Petros</strong><br />

fue un excelente maestro y pronto empecé a compartir su pasión (aunque, por<br />

<strong>de</strong>sgracia, no su talento) por el juego.<br />

Co<strong>la</strong>boración <strong>de</strong> José Luis Tabara Carbajo 105 Preparado por Patricio Barros<br />

Antonio Bravo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!