10.12.2018 Views

El Tio Petros y la Conjetura de Goldbach - Apostolos Doxiadis

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con soberbia resistencia, el peso de la trama. Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho, da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el
orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y
perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus
motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como
eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con
soberbia resistencia, el peso de la trama.
Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son
fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho,
da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>El</strong> Tío <strong>Petros</strong> y <strong>la</strong> <strong>Conjetura</strong> <strong>de</strong> <strong>Goldbach</strong><br />

Apóstolos <strong>Doxiadis</strong><br />

—Ahora harás <strong>la</strong> firme promesa <strong>de</strong> que no te convertirás en matemático. —Se<br />

interrumpió, dando énfasis por segunda vez a <strong>la</strong>s mismas pa<strong>la</strong>bras, como si su vida<br />

(o más bien <strong>la</strong> mía) <strong>de</strong>pendiera <strong>de</strong> ello.<br />

—C<strong>la</strong>ro —repuse, esforzándome por aparentar indiferencia—, si eso te comp<strong>la</strong>ce, te<br />

haré <strong>la</strong> firme promesa <strong>de</strong> no convertirme en matemático.<br />

Su voz se volvió dura, cruel incluso cuando dijo:<br />

—No se trata <strong>de</strong> que me comp<strong>la</strong>zcas, jovencito, ¡sino <strong>de</strong> que cump<strong>la</strong>s tu trato!<br />

¡Tienes que jurarme que te mantendrás alejado <strong>de</strong> <strong>la</strong>s matemáticas!<br />

Mi malestar se convirtió <strong>de</strong> pronto en auténtico odio.<br />

—Muy bien, tío —dije con frialdad—. Te juro que me mantendré alejado <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

matemáticas. ¿Estás satisfecho?<br />

Me puse <strong>de</strong> pie, pero él alzó <strong>la</strong> mano en un a<strong>de</strong>mán amenazador.<br />

— ¡No tan rápido! Con un movimiento rápido sacó un papel <strong>de</strong>l bolsillo, lo <strong>de</strong>splegó<br />

y me lo puso <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> <strong>la</strong> nariz.<br />

Decía lo siguiente:<br />

Yo, el abajo firmante, estando en plena posesión <strong>de</strong> mis faculta<strong>de</strong>s, por <strong>la</strong><br />

presente prometo solemnemente que, habida cuenta que no he <strong>de</strong>mostrado<br />

una capacidad superior para <strong>la</strong>s matemáticas y en virtud <strong>de</strong>l acuerdo hecho<br />

con mi tío, <strong>Petros</strong> Papachristos, nunca estudiaré en una institución <strong>de</strong><br />

educación superior con el fin <strong>de</strong> obtener un título en Matemáticas ni trataré<br />

por ninguna otra vía <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempeñar una profesión en el campo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

matemáticas.<br />

Lo miré con incredulidad.<br />

— ¡Firma! —or<strong>de</strong>nó mi tío.<br />

— ¿Qué sentido tiene esto? —gruñí, ya sin esforzarme por disimu<strong>la</strong>r mis<br />

sentimientos.<br />

—Firma —respondió sin conmoverse—. ¡Un trato es un trato!<br />

Dejé su mano extendida, sujetando <strong>la</strong> estilográfica suspendida en el aire, saqué mi<br />

bolígrafo y firmé. Sin darle tiempo a <strong>de</strong>cir nada más, le arrojé el papel y corrí hacia<br />

<strong>la</strong> puerta <strong>de</strong>l jardín.<br />

— ¡Espera! —gritó, pero yo ya estaba en <strong>la</strong> calle.<br />

Co<strong>la</strong>boración <strong>de</strong> José Luis Tabara Carbajo 28 Preparado por Patricio Barros<br />

Antonio Bravo

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!