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El Tio Petros y la Conjetura de Goldbach - Apostolos Doxiadis

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con soberbia resistencia, el peso de la trama. Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho, da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el
orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y
perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus
motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como
eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con
soberbia resistencia, el peso de la trama.
Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son
fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho,
da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

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<strong>El</strong> Tío <strong>Petros</strong> y <strong>la</strong> <strong>Conjetura</strong> <strong>de</strong> <strong>Goldbach</strong><br />

Apóstolos <strong>Doxiadis</strong><br />

célebre método <strong>de</strong> <strong>la</strong>s judías <strong>de</strong> Papachristos le parecía <strong>de</strong> alguna utilidad, Hardy<br />

estaba francamente molesto.<br />

— ¡Judías! —exc<strong>la</strong>mó—. Hay una gran diferencia entre los términos “elemental” e<br />

“infantil”. No lo olvi<strong>de</strong>, Papachristos, esta con<strong>de</strong>nada conjetura es difícil; si no lo<br />

fuera, el propio <strong>Goldbach</strong> <strong>la</strong> habría probado.<br />

A pesar <strong>de</strong> todo, <strong>Petros</strong> confiaba en su intuición y achacó <strong>la</strong> reacción <strong>de</strong> Hardy al<br />

estreñimiento intelectual <strong>de</strong> <strong>la</strong> vejez (pa<strong>la</strong>bras textuales)<br />

—Las gran<strong>de</strong>s verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida son simples —dijo más tar<strong>de</strong> a Littlewood,<br />

mientras tomaban té en sus habitaciones.<br />

Este discrepó, recordándole <strong>la</strong> prueba extremadamente compleja <strong>de</strong>l teorema <strong>de</strong> los<br />

números primos <strong>de</strong> Hadamard y De <strong>la</strong> Vallée-Pousin.<br />

Luego le hizo una propuesta:<br />

— ¿Qué le parecería hacer un poco <strong>de</strong> matemáticas <strong>de</strong> verdad, amigo? Llevo un<br />

tiempo trabajando en el décimo problema <strong>de</strong> Hilbert, <strong>la</strong> solubilidad <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

ecuaciones <strong>de</strong> Diofanto. Tengo una i<strong>de</strong>a que me gustaría poner a prueba, pero me<br />

temo que necesitaría ayuda con el álgebra. ¿Cree que podría echarme una mano?<br />

Littlewood, sin embargo, tendría que buscar ayuda con el álgebra en otra parte.<br />

Aunque <strong>la</strong> confianza <strong>de</strong> su colega en él ha<strong>la</strong>gó <strong>la</strong> vanidad <strong>de</strong> <strong>Petros</strong>, éste rechazó <strong>la</strong><br />

propuesta <strong>de</strong> p<strong>la</strong>no. Estaba entregado por entero a <strong>la</strong> conjetura, dijo, <strong>de</strong>masiado<br />

enfrascado en el<strong>la</strong> para ocuparse productivamente <strong>de</strong> algo más.<br />

Su fe, respaldada por un pálpito pertinaz, en el (según Hardy), infantil método<br />

geométrico, era tan gran<strong>de</strong>, que por primera vez <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que había empezado a<br />

trabajar en <strong>la</strong> conjetura <strong>Petros</strong> tenía <strong>la</strong> sensación <strong>de</strong> que estaba a un paso <strong>de</strong> hal<strong>la</strong>r<br />

<strong>la</strong> prueba. Incluso durante unos pocos y emocionantes minutos <strong>de</strong> una soleada<br />

tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> enero tuvo <strong>la</strong> fugaz ilusión <strong>de</strong> que lo había logrado. Por <strong>de</strong>sgracia, en un<br />

examen más riguroso <strong>de</strong>tectó un error pequeño pero crucial.<br />

(Debo confesar, querido lector, que muy a mi pesar en este punto <strong>de</strong>l re<strong>la</strong>to sentí<br />

un estremecimiento <strong>de</strong> perversa satisfacción. Recordé el verano que había pasado<br />

en Pylos unos años antes, cuando yo también creí durante unos días que había<br />

<strong>de</strong>scubierto <strong>la</strong> prueba <strong>de</strong> <strong>la</strong> conjetura <strong>de</strong> <strong>Goldbach</strong>, aunque entonces no conocía su<br />

nombre).<br />

Co<strong>la</strong>boración <strong>de</strong> José Luis Tabara Carbajo 80 Preparado por Patricio Barros<br />

Antonio Bravo

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