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El Tio Petros y la Conjetura de Goldbach - Apostolos Doxiadis

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con soberbia resistencia, el peso de la trama. Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho, da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

El tío Petros y la conjetura de Goldbach es una reflexión sobre la admiración, el
orgullo y la iluminación casi religiosa del descubrimiento. La narración es ágil y
perfecta, tomándose gran cuidado en construir los personajes y destacar sus
motivaciones. En ocasiones, se lee como una novela de aventuras que tiene como
eje central la matemática. Pero son los conflictos personales los que soportan, con
soberbia resistencia, el peso de la trama.
Los elementos matemáticos del argumento se explican con total claridad y son
fáciles de entender hasta por el más negado para esa ciencia, o lenguaje (de hecho,
da la impresión de que Apóstolos Doxiadis podría ser un espléndido divulgador).

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<strong>El</strong> Tío <strong>Petros</strong> y <strong>la</strong> <strong>Conjetura</strong> <strong>de</strong> <strong>Goldbach</strong><br />

Apóstolos <strong>Doxiadis</strong><br />

<strong>Petros</strong> hizo caso omiso <strong>de</strong> mi comentario y prosiguió:<br />

—La premisa básica <strong>de</strong> mi enfoque geométrico es que <strong>la</strong> multiplicación es una<br />

operación antinatural.<br />

— ¿A qué <strong>de</strong>monios te refieres con antinatural? —pregunté.<br />

—Leopold Kronecker dijo en una ocasión: Nuestro amado Dios creó los enteros;<br />

todo lo <strong>de</strong>más es obra <strong>de</strong>l hombre. Bueno, yo creo que Kronecker olvidó añadir que,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los enteros, el Todopo<strong>de</strong>roso creó <strong>la</strong> suma y <strong>la</strong> resta, o el dar y el quitar.<br />

Reí.<br />

— ¡Creí que venía a escuchar una c<strong>la</strong>se <strong>de</strong> matemáticas, no <strong>de</strong> teología!<br />

Una vez más pasó por alto mi interrupción.<br />

La multiplicación es antinatural en el mismo sentido en que <strong>la</strong> suma es natural. Se<br />

trata <strong>de</strong> un concepto artificioso, secundario, una serie <strong>de</strong> sumas <strong>de</strong> elementos<br />

iguales. Por ejemplo, 3 × 5 no es más que 5 + 5 + 5. Inventar un nombre para esta<br />

repetición y l<strong>la</strong>mar<strong>la</strong> operación es una obra propia <strong>de</strong>l diablo...<br />

No me atreví a hacer otro comentario burlón.<br />

Si <strong>la</strong> multiplicación es antinatural —continuó—, el concepto <strong>de</strong> números primos,<br />

<strong>de</strong>rivado directamente <strong>de</strong> el<strong>la</strong>, lo es aún más. La extraordinaria dificultad <strong>de</strong> los<br />

problemas básicos re<strong>la</strong>cionados con los primos es sin duda una consecuencia directa<br />

<strong>de</strong> este hecho. La razón <strong>de</strong> que no haya un patrón evi<strong>de</strong>nte en su distribución es<br />

que <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a misma <strong>de</strong> multiplicación (y por consiguiente <strong>de</strong> los números primos) es<br />

innecesariamente compleja. Esta es <strong>la</strong> premisa básica. Mi método geométrico<br />

obe<strong>de</strong>ce, sencil<strong>la</strong>mente, al <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> ver los primos <strong>de</strong> una manera más natural. —<br />

Señaló lo que había hecho mientras hab<strong>la</strong>ba—. ¿Qué es eso? —me preguntó.<br />

—Un rectángulo hecho con judías —respondí.<br />

—De siete fi<strong>la</strong>s y cinco columnas, con un producto <strong>de</strong> 35, el número total <strong>de</strong> judías<br />

en el rectángulo. ¿De acuerdo?<br />

Luego me habló <strong>de</strong> lo mucho que se había entusiasmado al hacer una observación<br />

que, aunque totalmente elemental, le parecía <strong>de</strong> gran profundidad intuitiva: si uno<br />

construía, en teoría, todos los rectángulos posibles <strong>de</strong> puntos (o judías), tendría<br />

todos los enteros con excepción <strong>de</strong> los primos. (Puesto que un número primo no es<br />

un producto, sólo es posible representarlo mediante una única fi<strong>la</strong>, nunca mediante<br />

un rectángulo). A continuación procedió a <strong>de</strong>scribir un método <strong>de</strong> cálculo para<br />

Co<strong>la</strong>boración <strong>de</strong> José Luis Tabara Carbajo 115 Preparado por Patricio Barros<br />

Antonio Bravo

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