Mujeres reconstruyendo mujeres. La utopía en el barrio, capítulo 7
Al quedarse sin techo por los sismos del 1985 en Ciudad de México, un grupo de "mujeres solas". Formado por madres solteras, abandonadas y viudas se comprometieron en un programa de autoconstrucción de viviendas, tan exitoso que fue premiado por la academia. Sin darse cuenta no solo reconstruyeron viviendas, también se reconstruyeron a si mismas. El ejercicio fortaleció su cuerpo y la autogestión su conciencia.
Al quedarse sin techo por los sismos del 1985 en Ciudad de México, un grupo de "mujeres solas". Formado por madres solteras, abandonadas y viudas se comprometieron en un programa de autoconstrucción de viviendas, tan exitoso que fue premiado por la academia. Sin darse cuenta no solo reconstruyeron viviendas, también se reconstruyeron a si mismas. El ejercicio fortaleció su cuerpo y la autogestión su conciencia.
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
192 Mario Ortega<br />
t<strong>en</strong>go muchas actividades. A veces pi<strong>en</strong>so: <strong>el</strong> día que ya no<br />
haga nada, ¿qué voy a hacer? Ya me quedé acostumbrada,<br />
la casa ya no me llama la at<strong>en</strong>ción; lo que más me gusta es<br />
la obra, los trabajos pesados. Primero decía: ¿yo un albañil?<br />
¡Ay, no! Pero me <strong>en</strong>canta andar de macuarro, me hallo<br />
como pez <strong>en</strong> <strong>el</strong> agua.<br />
Los hombres de las vecinas tuvieron dificultades para digerir<br />
los cambios, no <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dían que si ahora su señora dirigía toda una<br />
vecindad, y administraba recursos y materiales de construcción <strong>en</strong><br />
volúm<strong>en</strong>es realm<strong>en</strong>te importantes, era imposible que siguiera mansa<br />
y sumisa.<br />
Los "machos" cerrados al cambio respondieron con la viol<strong>en</strong>cia.<br />
Algunas <strong>mujeres</strong> llegaban a la obra con los ojos morados y surgían<br />
los com<strong>en</strong>tarios:<br />
-¿Qué te pasó?<br />
-Me rompió la madre mi marido.<br />
-¿Por qué?<br />
-Porque estaba <strong>en</strong> la construcción, por desobligada; anda<br />
c<strong>el</strong>oso.<br />
<strong>La</strong>s <strong>mujeres</strong> no se amedr<strong>en</strong>taron; con todo y sus golpes, continuaban<br />
<strong>en</strong> la obra, vivi<strong>en</strong>do con su trabajo una reb<strong>el</strong>ión, quizás<br />
inconsci<strong>en</strong>te, ante <strong>el</strong> viejo ord<strong>en</strong> familiar.<br />
En algunos casos, cuando <strong>el</strong> marido no pudo o no quiso cambiar,<br />
ocurrió la ruptura. Una vecina r<strong>el</strong>ató:<br />
Al principio mi marido decía que me apoyaba, pero a los<br />
ocho meses empezó con los c<strong>el</strong>os.<br />
- ¿Por qué te habla todo <strong>el</strong> mundo?<br />
- ¡Qué te importa si se cae la casa de al lado!<br />
Y finalm<strong>en</strong>te dijo:<br />
- Me voy!<br />
Y se fue... Espero que algún día recapacite y pi<strong>en</strong>se que<br />
perdió a sus hijos.<br />
En otros casos, se consolidó la r<strong>el</strong>ación de pareja:<br />
Mi esposo siempre estuvo conmigo; <strong>el</strong> arquitecto nos conoció<br />
desde la primera obra; <strong>en</strong> las clases de construcción,<br />
<strong>en</strong> todo estamos juntos. Yo creo que no todos los matrimonios<br />
están igual, siempre surg<strong>en</strong> problemas; nosotros los<br />
t<strong>en</strong>emos y gracias a Dios, hemos salido ad<strong>el</strong>ante. Cuando<br />
t<strong>en</strong>emos un problema tratamos de solucionarlo, eso es lo