Mujeres reconstruyendo mujeres. La utopía en el barrio, capítulo 7

182 Mario Ortega
hicieron aparecer como innecesaria la coordinación y solidaridad
con las otras organizaciones de damnificados.
Confiados en sí mismos, y contando sólo con un pequeño
financiamiento, los miembros de la organización pusieron en práctica
su proyecto piloto de autoconstrucción en una vecindad habitada
por vecinas, "mujeres solas", como ellas se autodesignan; ésta
habría de ser la primera y más profunda experiencia de Campamentos.
Con el aval del esfuerzo colectivo, la organización logró obtener
una buena parte de los financiamientos proporcionados por la
solidaridad internacional a los damnificados de la ciudad de México,
hecho que marcaría en buena medida el rumbo que seguiría Campamentos
unidos, especialmente por la independencia que ello le permitía
mantener respecto de Renovación habitacional popular.
Otro acontecimiento de importancia para la organización fue
la sustitución de Fabre del Rivero como delegado en Cuauhtémoc
por Enrique Jackson; este personaje rompió la cerrazón de su
antecesor y siguió la política concertadora de Manuel Camacho, el
nuevo secretario de Desarrollo Urbano. Sin embargo, dado el aislamiento
de Campamentos unidos, este cambio general de la política
oficial hacia los damnificados fue percibido ilusoriamente por
sus integrantes como un triunfo local y no como resultado de la
lucha generalizada que desplegó la Coordinadora única de damnificados
en la ciudad de México.
Al irse consolidando el trabajo de autoconstrucción, Campamentos
unidos fue adquiriendo su propio perfil concretado en tres
estrategias: una de autoayuda para la autoconstrucción; otra de
concertación para el trato con las autoridades, y una última de
autocentramiento como respuesta a lo limitado de los financiamientos
otorgados. Dichas estrategias, junto con la influencia personal de
sus dirigentes, permiten entender algunas de las posibilidades y limitaciones
de la organización y el sentido de su desarrollo.
Así, a pesar de la gran importancia que se dio a la concertación
con las autoridades, la estrategia de autoayuda y el financiamiento
internacional permitieron a Campamentos unidos enfrentar en los
hechos -con viviendas de sesenta y tres metros cuadrados en promedio-
la política de Renovación habitacional popular orientada a
confinar en escasos cuarenta metros a las familias ampliadas del
Centro histórico de la ciudad de México; éste fue uno de los