Mujeres reconstruyendo mujeres. La utopía en el barrio, capítulo 7

20 2 Ma rio O rtega
grande de masas, sino de una organización en el sentido
cualitativo.
Queríamos gente consciente de lo que iba a hacer, por qué
lo iba a hacer y por qué iba a luchar, pues uno de los vicios
dentro del movimiento urbano es crecer y tratar de tener
más gente para demostrar que se es una organización
fuerte y arrastra a las masas, sin ofrecer soluciones concretas.
El ingreso se reguló exigiendo a las vecindades organizarse en
cooperativa y comprobar en los hechos, que el 80% de los vecinos
otorgaba plustrabajo. Ponían a prueba su decisión de autoconstruir,
comprometiéndolas a ayudar en las obras; algunas vecindades
no soportaron la carga de trabajo y se relegaron por sí mismas.
No todo el que lo deseaba podía ingresar a Campamentos, dadas
las limitaciones del financiamiento y la difícil prueba selectiva.
El mayor número de metros construidos y la calidad de la
construcción despertaron envidias en algunas de las vecindades
cercanas, y se calificó de elitista a Campamentos unidos por estar
haciendo casas "como para Narvarte". Así, la estrategia de grupo
autocentrado, dificultó también una posible interrelación con los
otros grupos de damnificados de la colonia y bloqueó la difusión
de la experiencia autoconstructiva entre otros damnificados.
Paradójicamente, el éxito de la auto construcción y el financiamiento
internacional condujeron a Campamentos unidos a un enfrentamiento
en los hechos con Renovación habitacional a pesar de
su interés manifiesto de concertar con el Estado. Las viviendas de
63 metros cuadrados en promedio, exhibieron la ineficacia de la
política de Renovación habitacional popular y lo ilógico del confinamiento
de las familias extensas, en reducidos e inamovibles 40
metros cuadrados.
Desenmascarar objetivamente la incapacidad de Renovación
fue, sin lugar a dudas, el principal aporte de Campamentos unidos
al movimiento de damnificados; apoyándose en el esfuerzo de sus
familias, obtuvo más de 40 metros de construcción, a diferencia de
lo ocurrido en la mayoría de las uniones de damnificados, quienes
fortalecieron más su estructura, pero terminaron aceptando los
"cuartos redondos" de estilo postmodernista construidos por Renovación.