Mujeres reconstruyendo mujeres. La utopía en el barrio, capítulo 7

194 Mario Ortega
Mamá, tu deber es estar ya aquí en casa; tú ya trabajaste,
el fin era tener una casa, ya la tenemos; tú sigues participando
en las obras cuando tu deber es atendernos...
Posición lógica desde su punto de vista, pues por lo pesado de
las obras, nos desatendimos de ellos bastante tiempo; tengo un
niño de tres años que ya más bien parecía el hijo de mi hija, por
eso fue la reclamación. Las madres sacaron a los hijos de la autoconstrucción,
tan pronto como se contó con recursos económicos
para contratar peones.
La reconstrucción exigió a las abuelas una mayor generación
de plustrabajo para reproducir la unidad doméstica: algunas se
encargaron de los nietos, otras del autoabasto en las cocinas de los
campamentos, de la vigilancia de las bodegas, o supervisaron las
obras; otras como responsables de la vecindad del Nopal: "Una
señora de más de 70 años, una señora grandísima de edad, muy
activa, que de verdad inyecta actividad a las señoras."
En las uniones de damnificados integradas mayoritariamente
por mujeres, los hombres acapararon en un 80% las coordinaciones
y sólo alcanzaron la dirección local de las vecindades. (Massolo y
Schteingrt, 1987). Sin embargo, en Campamentos unidos, algunas
mujeres, dada su capacidad, fueron liberadas del trabajo de construcción
y pudieron asumir puestos directivos dentro de la organización.
A excepción de la coordinación general y la técnica, la
mujeres ocuparon casi todos los cargos de la organización, incluyendo
la coordinación del área social, asumiendo las correspondientes
tareas y responsabilidades.
Sin embargo, en la mayoría de los casos por lo pesado y enajenante
de la autoconstrucción, su papel se limitó a garantizar la
continuidad del proceso de producción, sin intervenir más allá del
suministro de materiales para su vecindad.
La responsable del área social, tercera en importancia dentro
de la organización, demostró una habilidad especial para diluir
amablemente, entre "chanzas y albures", las contradicciones secundarias
al seno de Campamentos unidos.
Frente a la incredulidad general, las mujeres dieron todo de sí
por la organización durante la auto construcción; salieron del enclaustramiento
en su hogar; adquirieron confianza en sí mismas y
en el futuro de los suyos; vencieron los rasgos de la llamada cultura