Mujeres reconstruyendo mujeres. La utopía en el barrio, capítulo 7

210 Mario Orteg a
Llegó a tal grado la centralización, que las reuniones no se
realizaban si ellos no estaban presentes, a pesar de contar con la
mayoría de representantes. Se inhibió así, la formación de dirigentes
entre los vecinos; por ello, el proceso más que generar líderes
desarrolló supervisoras de obra. La asamblea anual, criticó en su
balance la "concentración de responsabilidades en unas cuantas
personas", para evitarla aprobó una reestructuración en el sistema
de comisiones, tratando de acabar con el acaparamiento y el monopolio
en el trabajo y la gestión de los asuntos.
La reestructuración abrió espacio para que surgieran algunos
cuadros medios, entre ellos, una de las autoconstructoras de Zarco
78; y matizó, pero no logró revertir la centralización del poder,de
tal forma que más adelante esta situación convergió con otros
problemas en el estallido de una crisis.
Hasta aquí, hemos criticado el protagonismo del arquitecto; es
necesario aclarar que sin su experiencia y su entrega al trabajo, no
hubiera sido posible construir tantas viviendas.
También la Unión de vecinos de la colonia Guerrero, evaluó el
apoyo académico:
A veces uno espera que los técnicos, por la decisión que
tienen de participar, tengan un poquito más de conciencia,
de tal manera que realmente apoyen a la organización.
Sin embargo también generaron "broncas" al interior, porque a
veces los que tenían que supervisar la obra no estaban; los que tenían
que estar recibiendo material no estaban; o los que eran responsables
en la construcción, estaban coqueteando con una vecina; querían tomar
las decisiones internas a pesar de ser promotores externos; en fin
una serie de "broncas" de esa naturaleza. Desgraciadamente del
técnico depende mucho lü organización y a veces ellos no entienden
el papel que juegan en la relación con el pueblo.
Como se puede apreciar, la pretendida alianza universidadpueblo,
al menos en lo que se refiere a la reconstrucción de los
barrios de la ciudad, se comportó más como una contradicción
secundaria entre los intereses académicos de los universitarios y
las necesidades concretas de los damnificados. Sobre todo en el
momento de decidir la forma específica de apoyo, los grupos
universitarios privilegiaban el contenido temático de sus cursos
sobre los requerimientos de los vecinos; también hacían depender