Mujeres reconstruyendo mujeres. La utopía en el barrio, capítulo 7

196 Mario Ortega
implicó el abandono de su plustrabajo para la reproducción de la
unidad doméstica; sólo fue un reordenamiento en el tiempo de las
tareas a realizar en el hogar y una descarga parcial de las mismas
en las abuelas o hijas mayores.
Las jefas de familia incrementaron su carga de trabajo, al
incorporarse a la autoconstrucción. Sufrieron un agudo desgaste
de su fuerza de trabajo, que limitó su participación; asistían sólo a
las reuniones necesarias para sostener el trabajo en su vecindad;
como estaban tan cansadas, su único deseo era una discusión lo
más breve posible.
El trabajo de autoconstrucción, de manera contradictoria, exigió
la organización de los vecinos; limitó su participación, e impidió
la concientización más allá de la reivindicación inmediata.
El plustrabajo de las damnificadas y sus unidades domésticas
no disminuyó a un nivel social el valor de los medios de vida
necesarios para reproducir la fuerza de trabajo. Pero sí redujo los
costos de la reconstrucción en el Centro histórico de la ciudad de
México.
Paradójicamente, el trabajo de los vecinos al valorizar más el
suelo de los barrios, fortaleció la amenaza que pende sobre sus
cabezas: el desalojo, para liberar la elevada renta del suelo en la
zona.
Aunque entre los damnificados se presentó una elevada proporción
de mujeres separadas, divorciadas y viudas (Rabell y Mier
y Terán, 1986:26), no fue su peso cuantitativo el que influyó para
que las "mujeres solas" presentaran un mayor nivel de participación
en la reconstrucción, sino su decisión de impulsar procesos de
ayuda mutua para superar su soledad real. En la experiencia autoconstructiva,
las "mujeres solas" al estar a cargo de su unidad
doméstica y sin tener que depender de un hombre, devinieron en
sujetos activos de su propia transformación. La pregunta queda en
el aire: en sociedades como la nuestra, ¿lo mejor para el desarrollo
de la mujer, es permanecer sola?
Cuando ellas iniciaron la demolición de Zarco 78, lo hicieron
empíricamente. El arquitecto no sabía cómo construir con ese
pequeño grupo de mujeres impetuosas.
-Se aventaron como "el borras".