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Adif es muy conocida por su actividad principal, no lo es
tanto por su política de responsabilidad empresarial.
Este objetivo se hace especialmente estratégico en un
momento de crisis como el actual para una empresa de
servicio público.
El tercer objetivo es dar materialidad a la realidad
corporativa, llevar a cabo proyectos que se visualicen, y
a nuestros principales atributos empresariales. El cuarto
es propiciar un mayor protagonismo de Adif en todas las
actuaciones, y por ende, como quinto objetivo, enfocar
la comunicación directamente hacia la transmisión de
los valores y atributos de la compañía, no tanto hacia la
actividad.
Asimismo, el Plan de Comunicación se ha marcado
como objetivo mejorar el conocimiento que tenemos de
cuál es la imagen de Adif entre los líderes de opinión y
profesionales de la información, a través de una serie de
herramientas de distinta naturaleza. Entre otras, pueden
mencionarse estudios específicos de imagen entre líderes
de opinión, y termómetros externos en los que nosotros
aportamos pero no influimos, como Merco y otro tipo de
índices.
Gestión de recursos
Finalmente, una de las directrices que deberá guiar los
próximos años es la optimización de la gestión de los
recursos de la Dirección de Comunicación, mejorando
procesos para ganar en eficacia, tanto desde el punto de
vista económico y material como en lo que se refiere a
recursos humanos.
Lejos de la autocomplacencia, Pedro Alonso cree
que “debemos hacer todavía un gran esfuerzo por
transmitir que Adif es una empresa que cumple sus
compromisos, saneada económicamente, comprometida
socialmente...”. En ese escenario, la firme convicción de
que la empresa aporta un valor esencial a la sociedad, así
como la tenacidad en la transmisión de esa idea, tienen
que ser la base del éxito de la política comunicativa
de Adif. “Teniendo un marco adecuado, el éxito está
asegurado”. María del Carmen Palao
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