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Journal of Film Preservation - FIAF

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The article provides information<br />

about the recovery and restoration <strong>of</strong><br />

an important film <strong>of</strong> the silent period<br />

<strong>of</strong> Columbian cinema, Alma<br />

provinciana (1926), and tells the story<br />

<strong>of</strong> the adventurous life <strong>of</strong> its director.<br />

Félix Joaquín Rodríguez was born in<br />

1897, year at which cinema arrived in<br />

Columbia, and tragically died in 1931,<br />

committing suicide after becoming a<br />

lawyer.<br />

Alma provinciana is believed to be the<br />

eighth Columbian long feature film<br />

production. Entirely shot in the<br />

country, with Columbian casting, the<br />

film was released more than 75 years<br />

ago, in the Teatro Faenza, and was a<br />

big success.<br />

Félix J. Rodríguez was the soul <strong>of</strong> Alma<br />

provinciana. At the age <strong>of</strong> 28, he<br />

wrote, directed and shot the only<br />

movie he made. He constructed his<br />

own scenography and took care <strong>of</strong> the<br />

lighting. He first processed the<br />

original in California, developed<br />

further copies at his home at a later<br />

stage, and made his best out <strong>of</strong> the<br />

limited resources he disposed <strong>of</strong>, fully<br />

taking advantage <strong>of</strong> the knowledge<br />

he acquired in photography and<br />

“cinema techniques.” Obsessed by<br />

the objectivity <strong>of</strong> images, he insisted<br />

in chosing natural locations, avoiding<br />

artificial backgrounds and<br />

decorations. He wanted to shoot a<br />

romantic drama in a natural scenery.<br />

The widow <strong>of</strong> don Félix, Clementina<br />

Pedraza, kept the film for more than<br />

50 years as a family treasure. She<br />

understood that the value <strong>of</strong> the film<br />

went far beyond the sentimental<br />

attachment <strong>of</strong> her family to these ten<br />

reels <strong>of</strong> nitrate. The real interest <strong>of</strong> the<br />

film was the historical data it<br />

provided. Today, Alma provinciana is<br />

revealed as an oeuvre plenty <strong>of</strong><br />

artistical achievements, produce <strong>of</strong><br />

the sensibility <strong>of</strong> its creator. It is the<br />

work <strong>of</strong> a writer, poet and painter<br />

who was the only Columbian pioneer<br />

that acquired a certain dexterity in<br />

the art <strong>of</strong> silent cinema, thanks in<br />

particular to his journeys to New York<br />

and San Francisco.<br />

The only print that survived was<br />

donated by the heirs <strong>of</strong> Félix J.<br />

Rodríguez to the Cinemateca<br />

Colombiana in 1980. In 1997, rolls 3, 4<br />

and 5 <strong>of</strong> the nitrate source were<br />

restored in co-operation with the<br />

esposa, gustosamente fueron prestadas para la película. Los exteriores<br />

fueron rodados en la capital, en la sabana y en los páramos de<br />

Santander. Los paisajes que se ven son los alrededores de Bogotá, un<br />

hermoso registro de esa sabana que ahora está tapizada de flores bajo<br />

los plásticos de los invernaderos, la capital de entonces hoy<br />

prácticamente borrada.<br />

Vistas hoy en día, impactan las imágenes de la ciudad desaparecida o<br />

transformada: la Calle Florián, el Capitolio Nacional vestido para el<br />

carnaval, delineado por cascadas de luces; la catedral y los billares<br />

aledaños; el edificio Lievano y sus almacenes -hoy convertido en<br />

Palacio-; el parque del Centenario - hoy de La independencia- con La<br />

Rebeca, el Trianón, el busto de don José María Vergara y Vergara y los<br />

cerros al fondo y la Escuela de Medicina en la plaza del Voto Nacional,<br />

entre otros.<br />

No quedaron por fuera los eventos y las gentes de la época. Es<br />

particularmente interesante el registro de los carnavales estudiantiles<br />

que se realizaron para festejar el aniversario de la ciudad en 1925. Y si<br />

las cosas fueron, la aristocracia y sus maneras, salvo leves diferencias<br />

son y serán, por eso las fiestas de antaño, los vestidos y algunas de las<br />

costumbres más peculiares, como la de “bautizar” las muñecas de los<br />

niños de los hijos de los más adinerados, también están ahí, en Alma<br />

provinciana.<br />

Las protagonistas de algunas películas colombianas de la época eran en<br />

su mayoría extranjeras. Esto se debía, por una parte, al tradicionalismo<br />

familiar que impedía que las jovencitas de la sociedad aparecieran en<br />

pantalla y por otra, al espíritu de quienes invertían en cine, que no eran<br />

ni artistas ni soñadores, sino por el contrario industriales y<br />

comerciantes que buscaban que las películas fueran un producto. Para<br />

la muestra en 1926, año del estreno de Alma provinciana, aparecía en<br />

una carátula de la Revista Cromos la actriz italiana Lyda Restivo,<br />

conocida como Mara Meva. La Meva fue una estrella traída por la Cali<br />

<strong>Film</strong> Company y subcontratada por la SICLA de los Hermanos Di<br />

Domenico para protagonizar El amor, el deber y el crimen, que como casi<br />

todas las películas nacionales del momento, incluida Alma provinciana,<br />

estaban marcadas por la influencia de los melodramas italianos que<br />

llegaban al país.<br />

Sin embargo, Alma provinciana no era una iniciativa de acaudalados.<br />

Félix J. Rodríguez invitó a sus amigos para que actuaran en la película,<br />

donde incluso aparece al final, quién posteriormente sería considerado<br />

el pionero de la aviación colombiana, el también santandereano Camilo<br />

Daza. Curiosamente, aunque Rodríguez no actúa, aparece con sus ojos<br />

fijos y su expresión desencantada en las primeras imágenes, como<br />

presentando su obra. Fueron pues los compadres, actores sin<br />

experiencia, quienes gracias a los ensayos dirigidos por él, pusieron en<br />

escena Alma provinciana. A diferencia de Bajo el cielo antioqueño, cuyo<br />

rodaje según Luis Alberto Álvarez, fue un continuo carnaval donde<br />

actuaba lo más selecto de la sociedad antioqueña, las “estrellas” de<br />

Alma provinciana eran gente común y corriente, personajes muy<br />

parecidos a los de la película, con los que don Félix quizá, pretendía<br />

también alcanzar el ansiado realismo. Ya que la empresa era filial y a<br />

riesgo compartido, las acciones y los dividendos de la misma fueron<br />

54 <strong>Journal</strong> <strong>of</strong> <strong>Film</strong> <strong>Preservation</strong> / 65 / 2002

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