aproximación antropológica a el criticón, de gracián - Revista ...

28 Ibíd., 179
RAMÓN NATAL MARTÍNEZ Y DOMINGO NATAL ÁLVAREZ, OSA
La virtud es el mayor bien del hombre, sin el cual todo es nada: «Es
el alma del alma, vida de la vida, realce de todas las prendas, corona
de perfecciones y perfección de todo el ser; centro es de la felicidad,
trono de la honra, gozo de la vida, satisfacción de la conciencia, respiración
del alma, banquete de las potencias, fuente del contento,
manantial de la alegría»: CII, 225. Si todo el C. ha mostrado la paradoja
humana, entre dignidad y miseria, la 3.ª parte la lleva al extremo
desde la 1.ª crisis: «Honores y horrores de Vejecia». Andrenio y Critilo,
con báculo y palo, caminan la última jornada de la tragicomedia
vital. El hombre está bien hecho: Es más perspicaz que el lince, de
mejor oído que el ciervo, más ágil que el gamo, de más olfato que el
perro, de mejor gusto que el simio y más vivo que el ave fénix. Pero
necesita mil remedios y prevenciones para alcanzar la verdad y no
dejarse engañar. Su peor destino es la cueva de la nada y el olvido sempiterno,
y, por eso, busca la inmortalidad que, tras la vejez y la muerte,
une vida inmortal y felicidad.
Toda la paradoja de la vida humana en el C. se sintetiza en las palabras
iniciales de la crisis 11.ª: «Muere el hombre quando avía de
començar a vivir, quando más persona»: CIII, 11. Gracián coincide con
San Isidoro en que la vejez trae consigo cosas buenas que ponen límite
a la brutalidad y aumentan la sabiduría, pero «es muy digna de lástima
por su debilidad y desamor» (Etimologías). Este doble aspecto de la
vida humana, su fragilidad y desamor, está presente en todo el C.
Pero la mayor miseria del hombre es la muerte que tiene el «único
remedio» muy plausible y deseado de la inmortalidad. Y, por encima
de todas las desgracias humanas, el C. subraya el valor de la entereza,
la dignidad, la razón y la moral, «el señorío y la templanza sobre cualquier
vicio y desengaño». Así el C. abre un desenlace en el que la dignidad
del hombre, guiado por la virtud, prima sobre el vicio y supera
su tragedia, aunque Gracián no toma la teología de la inmortalidad
para superar las miserias humanas, como hizo San Agustín 28 .
2. LA FORMA LITERARIA Y EL FONDO HUMANO DE EL CRITICÓN
Al fondo de El Criticón se dibujan las «alegorías» de Homero. Porque
alegoría es la Odisea, si se interpretan sus aventuras como el cerco
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