aproximación antropológica a el criticón, de gracián - Revista ...

RAMÓN NATAL MARTÍNEZ Y DOMINGO NATAL ÁLVAREZ, OSA
fuerte, «el personaje más importante», por su sentido filosófico, que
actúa con la razón, según la máxima graciana: «sé heroico y serás eterno,
vive a la fama y serás inmortal» (CIII, 12): C39.
3. LA ANTROPOLOGÍA DE GRACIÁN Y EL CRITICÓN
El hombre es un ser maravilloso, pero muy complejo, como nos han
transmitido los más grandes sabios. Así: «El griego dirá que es un
Microcosmos, un mundo pequeño. Platón que es medida de todas las
cosas. Aristóteles, la armonía del mundo. Plinio, cifra de todo lo criado.
Cicerón, vínculo del mundo. Séneca, centro del saber. Catón, partícipe
de la mente divina. Sócrates, dios para otro hombre. Pitágoras,
árbol plantado hacia el cielo. Plutarco, rey de la tierra. Diógenes, sol
con alma. El santo Moisés, imagen del mismo Dios. David, coronado de
gloria. San Basilio, animal político. Nacianceno, gobernador de las
criaturas. San Antonio, rey de todo. San Bernardo, ciudadano del Paraíso.
San Gregorio Magno, contemplador de Dios. San Agustín, blanco
de las demás criaturas. Mas yo, con la autoridad del mismo Dios, diré
que es tierra, que es polvo y nieto de la nada: «Memento homo, quia
pulvis es, et in pulverem reverteris»: AA, I, 39». Así es como AA. reúne
muchos hechos y dichos memorables, y define al hombre en su sentido
vital, histórico y trascendente. Y Gracián aprovecha para poner su contrapunto
ante tanta maravilla.
El Criticón nos enseña lo que cuesta hacerse hombre, pues éste es
una gran cosa, pero también un gran «desconcertador de mundos»:
«Ahí verás lo que cuesta ser persona. Los brutos luego lo saben ser,
luego corren, luego saltan, pero al hombre cuéstale mucho porque es
mucho.» 57 El hombre nace bárbaro y se humaniza por medio de la cultura
al cultivarse a sí mismo. Dice Gracián: «No se nace hecho; se va
cada día perfeccionando en la persona, en el empleo, hasta llegar al
punto del consumado ser, al complemento de prendas, de eminencias»:
OM 6. Es cuestión de insistir en nosotros mismos, en el trato con los
demás y con los libros: «Nacemos para saber y sabernos, y los libros
con fidelidad nos hacen personas»: OM 132. Como dice el C: «¡Oh!
gran gusto el leer, empleo de personas, que si no las halla, las hace»:
CII,4.
57 MARINA, J. A., «Mi ajuste de cuentas con Gracián», en Turia, 54 (2000) 142.
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