aproximación antropológica a el criticón, de gracián - Revista ...

35 SÉNECA, L. A., Diálogos. Apocolocintosis, Introd., trad. y notas de J. Mariné Isidro,
Madrid 1996, 162-4.
36 GRACIÁN, B. El Discret, edic., introd. y notas de A. Egido, 12. Subrayado nuestro.
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APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA A EL CRITICÓN DE GRACIÁN
La sátira, como dice Quintiliano, fue muy popular en Roma. Varrón
llamó «Sátiras menipeas» o escritas al estilo de Menipo de Gadara (s.
III a.C) a un tipo de literatura, derivado, en su contenido y tono, de «la
diatriba cínica, mordaz, agresiva y polemista». Menipo rebajó la crítica
original más mordaz, por medio de la fantasía, para ridiculizar convenciones
sociales y sistema filosóficos, creando unas obras que mezclan
bromas y veras, lenguaje vulgar y literario, prosa y verso. Varrón une,
en profundidad, humor con sentido moral, más didáctico que crítico,
con un lenguaje y unos temas muy variados, con personajes reales o
imaginarios, con parodias amables y burlas refinadas y distantes.
Séneca también conoció esta sátira 35 .
Para A. Egido: «La intertextualidad de los libros de Gracián, auténtica
obra unitaria, es como una lanzadera que inserta los primores de
El Héroe en los realces de El Discreto. El Político se nutre a su vez del
primero y se proyecta en el segundo. Las tres obras se recrearán, a
veces al pie de la letra, en los aforismos del Oráculo manual y arte de
prudencia. De otro lado, Arte de ingenio (1642), y la Agudeza, después,
teorizan y acarrean preceptos y ejemplos que los tres tratados confirman.
Por último, “El Criticón”, obra de obras, las contiene a todas, en
la teoría y en la práctica, culminando y desarrollando, en el matraz alegórico,
el trabajo anterior. En ella no sólo tenemos lo que, in nuce,
dibuja como bosquejo de la misma el último realce de El Discreto, sino
lo que se construye, al igual que en el tratado, como resultado de un
saber enciclopédico de carácter misceláneo, en íntima relación con la
variedad genérica que lo preside y los diversos modelos que se proponen
para componer el ideal del varón discreto. Aunque la alegoría
ensanche las fronteras del librito sobre la discreción y fuese espejo de
un desengaño mucho más profundo.» 36
El modo de composición, de Gracián, es recoger las historias, al
estilo de los facta et dicta memorabilia, de V. Máximo, y otros autores,
incluidos los Dicta ignaciana, de Ribadeneira, adornadas con sentencias,
sales y agudezas, fábulas, proverbios y refranes, y notas curiosas
de fauna, flora y minerales, guardadas en cartapacio, con una filosofía
moral, basada en el humanismo clásico, que no se supedita a la teolo-