Pobreza y desarrollo local
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solución de conflictos por modos no-violentos y, por lo tanto, desconstituyen la<br />
guerra; es decir que, al regular conflictos de modos no-violentos, le quitan a la<br />
guerra su razón de ser o impiden que se encuentre una razón para guerrear.<br />
¿Por qué? Porque el sentido de la política es la libertad. Por eso no puede haber<br />
ninguna política, stricto sensu, hobbesiana – en la medida en que la finalidad de la<br />
política, para Hobbes, era el orden.<br />
Sé que este abordaje reduce considerablemente el alcance de lo que<br />
consensuamos en llamar política. Mas si denominamos política lo que no es<br />
política, en última e irreductible instancia, introducimos una ambigüedad teórica<br />
inevitable porque radica en el propio origen de nuestro discurso y,<br />
simultáneamente, no conseguimos captar lo que es propio de la política, lo que<br />
únicamente ella tiene o promueve, su característica genética distintiva, por así<br />
decir.<br />
La política en este sentido, o sea, la política propiamente dicha, debe haber sido<br />
ensayada por los seres humanos en varias circunstancias en el pasado, pero<br />
solamente se afirmó como actividad reconocida socialmente, por parte de<br />
colectividades humanas estables, a partir de la experiencia de los griegos.<br />
En este sentido, se puede decir que la política comenzó con los griegos y no<br />
casualmente coincidió con el advenimiento de lo que los griegos denominaron<br />
democracia. Política y democracia son actividades contemporáneas y reconocer<br />
esto no es poco. Pero además digo que política y democracia son<br />
contemporáneas porque son la misma actividad. Hacer política es, así, sinónimo<br />
de “hacer” democracia.<br />
Sostengo que las investigaciones filosóficas de Hannah Arendt, publicadas<br />
póstumamente, sobre la naturaleza de la política, sobre el sentido de la política y<br />
sobre el tema de la guerra, confirman esta hipótesis. Sin embargo, esto no es vital<br />
al punto de hacerme entrar en una controversia de intelectuales sobre si Arendt<br />
dijo o no dijo esto. Frente a una argumentación sólida mostrando que ella,<br />
aparentemente habiendo dicho, de hecho no quiso decir, yo cedo. Si ella no dijo o<br />
no quiso decir, no importa. Yo digo.<br />
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