Libro de Literatura Griega - departamento de griego
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2º Bachillerato <strong>Literatura</strong> <strong>Griega</strong> Curso 2011-2012<br />
Miguel Ángel Benjumea Pulido I.E.S. “Isidro <strong>de</strong> Arcenegui y Carmona”<br />
perjuicio para sí mismos y para sus aliados; empresas que si tenían éxito eran un beneficio más bien para individuos particulares,<br />
y que si no lo tenían eran para la ciudad un fracaso militar.<br />
La causa era que Pericles, que poseía gran autoridad por su prestigio e inteligencia y era inaccesible manifiestamente al<br />
soborno, contenía a la multitud sin quitarle libertad, y la gobernaba en mayor medida que era gobernado por ella; y esto, <strong>de</strong>bido<br />
a que no hablaba <strong>de</strong> acuerdo con su capricho para buscarse influencia por medios indignos, sino que, gracias a su sentido <strong>de</strong>l honor,<br />
llegaba a oponerse a la multitud. Así, pues, cuando se daba cuenta <strong>de</strong> que los atenienses, ensoberbecidos, tenían una confianza<br />
injustificada, con sus palabras los contenía, atemorizándolos, y cuando sin razón temían, les <strong>de</strong>volvía la confianza. Y era aquello<br />
oficialmente una <strong>de</strong>mocracia; pero, en realidad, un gobierno <strong>de</strong>l primer ciudadano.<br />
Por el contrario, los políticos que le sucedieron, que tenían entre sí aproximadamente la misma influencia y buscaban llegar<br />
a ser cada uno el primero, cambiaron <strong>de</strong> conducta hasta el punto, <strong>de</strong> entregar el gobierno al pueblo, siguiendo sus caprichos. Por<br />
ello cometieron los atenienses otros muchos errores, como suele suce<strong>de</strong>r en una ciudad gran<strong>de</strong> y con un imperio, y entre ellos, sobre<br />
todo, la expedición a Sicilia, que fue un fracaso no tanto por un error <strong>de</strong> cálculo respecto al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> aquéllos contra quienes iba,<br />
como porque los que la enviaron no tomaron las disposiciones más provechosas para los que partieron, sino que, a causa <strong>de</strong> las<br />
difamaciones <strong>de</strong> que individuos particulares hacían objeto a otros por obtener la jefatura <strong>de</strong>l partido popular, <strong>de</strong>bilitaron las fuerzas<br />
<strong>de</strong>l ejército, y por vez primera promovieron disturbios por causa <strong>de</strong> los asuntos públicos. Una vez que los atenienses fueron<br />
<strong>de</strong>rrotados en Sicilia con la mayor parte <strong>de</strong> la escuadra y <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> sus fuerzas, y que en la ciudad estaban ya empeñados en luchas<br />
civiles, a pesar <strong>de</strong> todo, resistieron diez años a los enemigos <strong>de</strong> antes, a los <strong>de</strong> Sicilia que les ayudaban, a la mayoría <strong>de</strong> sus propios<br />
aliados, que habían hecho <strong>de</strong>fección, y a Ciro, hijo <strong>de</strong>l Rey, que se unió más tar<strong>de</strong> a sus enemigos y que proporcionaba a los<br />
peloponesios dinero para su escuadra; y no cedieron antes <strong>de</strong> ser <strong>de</strong>rrotados por su propia culpa, a causa <strong>de</strong> las rivalida<strong>de</strong>s internas<br />
en que cayeron. ¡Tanta razón tenía Pericles en que la ciudad, siguiendo sus planes, hubiera podido con toda facilidad vencer en la<br />
guerra a los peloponesios solos!<br />
2.- La psicología:<br />
2.1.- La psicología individual:<br />
2.1.1.- Pericles II, 65 Véase II.1.<br />
2.2.- La psicología nacional: I, 70 Como tampoco parecéis reflexionar sobre cuál es el carácter <strong>de</strong> los<br />
atenienses, contra quienes habéis <strong>de</strong> luchar, y cuán diferentes, en absoluto, son <strong>de</strong> vosotros (los espartanos); puesto que son amigos<br />
<strong>de</strong> noveda<strong>de</strong>s y rápidos en hacer planes y en poner en práctica lo que <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n, mientras que vosotros lo sois en conservar lo que<br />
tenéis, no proyectar nada nuevo y no hacer ni lo más indispensable. Por otra parte, son audaces hasta por encima <strong>de</strong> sus fuerzas,<br />
arrostran los peligros hasta contra la pru<strong>de</strong>ncia, y en ellos tienen buena esperanza; mientras que lo propio <strong>de</strong> vosotros es hacer cosas<br />
inferiores a vuestras fuerzas, no confiar ni en los razonamientos más firmes y creer que nunca os habéis <strong>de</strong> ver libres <strong>de</strong> las<br />
dificulta<strong>de</strong>s. Y a<strong>de</strong>más son prontos en el obrar, mientras que vosotros siempre lo <strong>de</strong>moráis, y aficionados a salir <strong>de</strong> su país, mientras<br />
que vosotros lo sois gran<strong>de</strong>mente a permanecer en él; pues piensan ellos que saliendo quizá adquieran algo, y vosotros que con ello<br />
per<strong>de</strong>ríais hasta lo que tenéis. Cuando vencen a los enemigos son los que más explotan el éxito, y, vencidos, los que menos pier<strong>de</strong>n.<br />
Y a<strong>de</strong>más utilizan sus cuerpos en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> su patria como si fueran <strong>de</strong> extraños, y la inteligencia en hacer algo por ella,<br />
consi<strong>de</strong>rándola posesión propia como lo que más; y cuando no consiguen lo que se han propuesto, consi<strong>de</strong>ran que pier<strong>de</strong>n una cosa<br />
propia, y que en cambio, cuando poniéndose en acción adquieren algo, realizan poco respecto a lo que ha <strong>de</strong> ser; y si acaso fracasan<br />
al intentar alguna cosa, se proponen en cambio otros proyectos y así compensan la pérdida. Son en verdad los únicos en quienes<br />
es lo mismo el tener una cosa y el esperar la realización <strong>de</strong> las que proyectan, <strong>de</strong>bido a que ponen rápidamente en práctica sus<br />
<strong>de</strong>cisiones. A lo largo <strong>de</strong> toda la vida, en medio <strong>de</strong> trabajos y peligros, se afanan en estas cosas y apenas disfrutan <strong>de</strong> lo que tienen<br />
por hacer continuamente nuevas adquisiciones y porque no llaman día <strong>de</strong> fiesta a ninguna otra cosa que al cumplimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber,<br />
y <strong>de</strong>sgracia al ocio carente <strong>de</strong> ocupaciones y no a la actividad laboriosa; <strong>de</strong> manera que uno diría bien si afirmara resumiendo que<br />
han nacido para no tener paz ellos mismos ni <strong>de</strong>jar que la tengan los <strong>de</strong>más.<br />
2.3.- La psicología humana:<br />
2.3.1.- La inculpación: II, 65 Véase II.1<br />
2.3.2.- La volubilidad: II, 65 Véase II.1.<br />
III, 36...49 Los atenienses, cuando llegaron los prisioneros mitilenios, hicieron una <strong>de</strong>liberación,<br />
y en su indignación <strong>de</strong>cidieron matar no sólo a estos prisioneros, sino también a todos los mitilenios mayores <strong>de</strong> edad y ven<strong>de</strong>r como<br />
esclavos a los niños y mujeres, pues les echaban en cara el que promovieran la anterior sublevación por no someterse al imperio<br />
como los <strong>de</strong>más. Despacharon, en consecuencia, un trirreme a Paques para que le comunicara la resolución tomada, or<strong>de</strong>nándole<br />
matar rápidamente a los mitilenios; pero al día siguiente les vino el arrepentimiento y la reflexión <strong>de</strong> que era cruel y monstruosa<br />
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