Acciones de mayor precio - Estrategias de inversión

y entre país
países distintos, antes y después
de la Primera Guerra Mundial: Kenia para
Inglaterra, Tanzania para Alemania…
Una baraja colonial que se fue mezclando
al mismo tiempo que se rellenaban atlas y
libros de aventura. Con la salvación de las
almas también en juego.
De la montaña blanca
a la costa negra
Puede que el mejor símbolo tanzano
de esa mezcla de intereses personales, nacionales
y divinos sea el Kilimanjaro: regalado
por la reina Victoria de Inglaterra
a su nieto, el Káiser Guillermo. El techo
de África (5.895 metros) fue descubierto
para los ojos blancos por los misioneros
alemanes Rebmann y Krapf. Una montaña
deifi cada por las tradiciones tribales
que forman parte de una historia en la
que también se trenzan otro puñado de
pinceladas culturales con, sobre todo en
la costa, el hilo denso del Islam, tropicalizado
con garbo gracias al sultán Seyyid
Said, el León de Omán, que trasladó su ca-
Crater de Ngorongoro
Antiguo Mercado de Esclavos en Zanzíbar
Parque Nacional Tarangire
pital de Arabia a Zanzíbar en 1832.
Porque aunque hoy no lo parezca, la
costa swahili, el territorio Zenj, el de los
hombres negros, fue durante siglos el carrefour
del comercio internacional y una
imparable máquina registradora. A golpe
de monzón, desde aquí partían naves
repletas de marfi l, oro, cuernos de rinocerontes,
especias y… Seres humanos, el
comercio más lucrativo de todos. Paradójicamente,
aquí tuvo su segunda residencia
uno de los hombres que más luchó por
abolirlo, David Livingstone, ‘perdido’, con
bastante voluntariedad, en Ujiji, lo más
profundo de la Tanzania continental,
para mayor gloria del periodista Stanley.
Quizá la excusa del viajero contemporáneo
sea menos loable y arriesgada.
Pero no hay duda de que el resultado se
parece: que los caminos no terminen o
permitan regresar para seguir buscando
lo que cada corazón indómito todavía
anhela… Que puede no ser otra cosa que
una nueva puesta de sol reventada de
emociones a fl or de piel.
Cuaderno de Bitácora
Javier Castro
• Nombre ofi cial: República Unida de
Tanzania: el mayor país de África
Oriental.
• Mejor época: por facilidad en los
traslados, la seca (enero-febrero). La
época de lluvias multiplica la fauna,
sobre todo en el Serengeti, famoso por
la migración de ñús.
• Condiciones sanitarias: consultar con
Centros de Vacunación Internacional.
• Naturaleza: imprescindibles los
prismáticos.
• Parque Nacional del Kilimanjaro, el
volcán dormido es el pico más alto de
África. Tanzania tiene también el 2º lago
más grande del mundo, el Tanganica
(1.433 m. de profundidad) y el 3º más
extenso, el Victoria (43.173 km 2 ), donde
nacen el Nilo, el Congo y el Zambeze.
• Parque Nacional del Serengeti, la
mayor reserva natural de Tanzania.
• Parque Nacional de Tarangire: el
reino de los baobabs.
• Área de Conservación del
Nogorongoro, un cráter de 20 km. de
ancho y 600 m. de altura. Recorrerlo
impresiona tanto como admirarlo desde
sus bordes. Un hervidero de vida salvaje.
• Reserva privada de Sinya, junto al
Parque Nacional de Amboseli, en Kenia.
• Zanzíbar: la más conocida de las islas
tanzanas, se unió al continente en 1964.
Stone Town es Patrimonio de la
Humanidad. Imprescindibles: la Casa de
las Maravillas, el Palacio-Museo de los
sultanes omaníes, el Fuerte Viejo, la
Catedral cristiana, la casa de
Livingstone o la zona del antiguo
mercado esclavista, las plantaciones de
especias y el Bosque de Jozani, donde
viven 2 especies endémicas, el Colobo
rojo y el Antílope enano.
• ¿Sabías que Tanzania fue la piedra
angular de la Deutsch Ostafrika, la
aventura colonial alemana, que comenzó
en 1891 y terminó tras la I G. Mundial?
• En clave de libro:
El sueño de África, Javier Reverte
(Alianza Editorial).
Los guardianes del lago, Jordi
Serrallonga (Grijalbo Mondadori).
• Más información en www.
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periodismo de viajes.
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