DOCUMENTO DE DISCUSIÓN - Universidad del Pacífico
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ante muchos actores. Sea cual sea la proposición más exacta, hay una verdad<br />
subyacente a ambos sobre la responsabilidad: “si la reestructuración de las escuelas no<br />
se ocupa de las demandas de responsabilidad contradictorias, probablemente reproduzca<br />
tan sólo la estructura que pretende mejorar” (Elmore 1999:25).<br />
Un tema crucial en la reestructuración escolar es el contenido académico. Según muchos<br />
críticos, la actividad en el salón de clases es para el alumno rutinaria y está desvinculada<br />
de lo que ocurre en otros salones de clase o en su comunidad.<br />
“Los maestros se adecuan a la tarea, esencialmente imposible, de atraer el aprendizaje<br />
serio a gran número de alumnos, con aptitudes y motivaciones variadas, sea<br />
reduciendo a niveles mínimos sus propias expectativas acerca <strong>del</strong> aprendizaje de los<br />
alumnos, sea maniobrando para colocarse en puestos donde pueden dar clases a<br />
grupos selectos y homogéneos de alumnos con alta aptitud académica. Los alumnos<br />
se adecuan al aburrimiento y a la fragmentación de la vida académica no<br />
comprometiéndose con ésta y buscando el compromiso en la vida social de la escuela<br />
y en el trabajo fuera de la escuela. Los administradores y maestros de escuela,<br />
continúa la crítica, se han distancia de toda responsabilidad colectiva en cuanto a<br />
definir lo que cada alumno debiera conocer, porque presiones externas contradictorias<br />
y condiciones internas de trabajo difíciles hacen imposible cualquier atención sostenida<br />
en objetivos académicos coherentes. Entonces, con la reestructuración se trata en<br />
parte de orientar a las escuelas y a las personas que trabajan en ellas hacia el<br />
compromiso sostenido y serio con el aprendizaje académico” (ibid.).<br />
Se ha venido reforzando un mo<strong>del</strong>o caracterizado por: “enseñar es relatar, conocer es ver<br />
hecho, y aprender es recordar” (Cohe 1988, citado en Elmore 1999). Para aquellos a<br />
favor de la reestructuración este mo<strong>del</strong>o es anticuado respecto de lo que las escuelas<br />
deben aspirar, como de la clase de conocimiento requerido para participar en una<br />
economía posindustrial avanzada. Ese mo<strong>del</strong>o debe sustituirse por uno que: “considere a<br />
la enseñanza como el compromiso de los alumnos con la solución activa de problemas; al<br />
conocimiento, como la adquisición tanto de la imagen de los hechos como de estrategias<br />
de solución de problemas, y al aprendizaje, como la comprensión profunda y el<br />
compromiso activo con la adquisición de un nuevo conocimiento. Este mo<strong>del</strong>o, se sigue<br />
argumentando, requerirá muy diferentes conocimientos y destrezas de parte de los<br />
educadores, y muy diferentes condiciones de trabajo en las escuelas” (Elmore 1999:26).<br />
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