Tamalameque Historia y leyenda
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Después, nunca más, nadie dijo nada.<br />
“El pueblo de <strong>Tamalameque</strong><br />
se ha puesto de malas,<br />
de malas porque sus reliquias<br />
ya se las robaron.<br />
Con cuatro cuarentaicinco<br />
en la puerta de la caja<br />
se llevaron las prendas del Cristo<br />
y también las empleadas.<br />
(Coro) Se las robaron...<br />
se las robaron,<br />
se las robaron ya se perdieron<br />
se las llevaron de la Caja Agraria<br />
junto al cajero y tres secretarias..."<br />
OTROS SANTOS:<br />
Además de los anteriores el <strong>Tamalameque</strong>ro honra a otros santos. Algunos de<br />
devoción familiar, ya que de generación en generación, ciertas familias, se<br />
encargan de festejarlos. En éstos festejos familiares, realizados en las casa, era<br />
común la costumbre de velar el santo acompañado de grandes toques de<br />
tambora.<br />
Entre éstos festejos, los más sobresalientes, son: El San Judas Tadeo, de Ana<br />
María Vides; El San Martín de Loba, de Chico Pedraza, El San Rafael, de Adolia<br />
Pava; La Cruz de Mayo, de Eliécer Romero; La Santa Bárbara, de Vicenta<br />
Miranda, y el San Antonio de los Ávila.<br />
Todos estos festejos de santos, vienen muy hondamente arraigados en<br />
la tradición <strong>Tamalameque</strong>ra, desde siglos atrás, como lo demuestra la crónica<br />
de De la Rosa:<br />
34<br />
"Hacíase la fiesta de la Purísima Concepción, que se venera en<br />
aquella parroquia, con tal exceso, que aunque por lo que mira<br />
el culto divino, era solo el primer día, se proseguían los de<br />
octava con varias invenciones y entre ellas, como por<br />
costumbre se jugaba toros y se representaban comedias. Era<br />
Mayordomo para el gasto de la fiesta en el año de 1.702 D.<br />
Francisco Antonio Díaz Fajardo, y estándose previniendo de<br />
éstas profanas invenciones, llegaron de paso a aquella ciudad<br />
los PP. Matías Tapias y Tomas Osorio Bolaños, de la compañía<br />
de Jesús, y sabiendo de las preparaciones que hacía el<br />
Mayordomo, y que el culto en la iglesia era un solo día, le<br />
desagrado tanto, que pasaron a ofrecerle predicar entre los dos