Tamalameque Historia y leyenda
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"Garcieros" y los apodaban "Come mona").<br />
LAS ÁNIMAS DE LOS PALOS GRANDES:<br />
Dos de noviembre "Día de difuntos", por las noches de esta fecha apunta la<br />
tradición, que ningún <strong>Tamalameque</strong>ro se atrevía a acercarse por el cementerio<br />
"Laico" de "Carrasquillo", ubicado en un hermoso paraje de umbría frescura, que<br />
rodeaba un riachuelo llamado "Los Palos Grandes" su nombre proviene de la gran<br />
cantidad de árboles centenarios, de inmensa altura y frondoso follaje que crecían<br />
a la vera del riachuelo y que desafortunadamente nuestros abuelos talaron.<br />
Muchos que arriesgaron acercarse al sitio, por la noche de cualquier dos de<br />
noviembre, tuvieron que huir despavoridos, al observar, una procesión de cientos<br />
de personas, todas iguales, vestidas con túnicas blancas, levitando sobre el suelo,<br />
sosteniendo en la mano derecha un enorme cirio mortuorio y entonando cánticos<br />
luctuosos, en una lengua de ultratumba.<br />
Dicen nuestros abuelos que son "las ánimas del purgatorio que vienen a recorrer<br />
sus pasos y purgar sus culpas".<br />
EL CABALLO COJO:<br />
En "El Callejón Del Peligro", misterioso callejón, por las noches se oía el dispar:<br />
Toc –tac -toc, producido por un caballo cojo, que se paseaba de arriba abajo, por<br />
ese lúgubre callejón.<br />
Muchos llenos de valor, al ver que era un caballo, trataron de acercársele para<br />
observarlo mejor; pero en la medida que lo hacían se sentía mas penetrante el<br />
olor a azufre que despedía y pudieron ver, pasmados de estupor que sus equinos<br />
ojos eran fosforescentes y que por su boca, cual dragón, despedía fuego.<br />
Tal circunstancia llamó a la prudencia a los vecinos, que desde entonces<br />
comenzaron a esquivar, por las noches "El Callejón del Peligro".<br />
EL CUERO ARRASTRAO:<br />
En ese mismo callejón -Válgame Dios; tortuoso "Callejón del Peligro"-- narran los<br />
abuelos, que por las oscuras noches <strong>Tamalameque</strong>ras, se oía el arrastrar de algo<br />
sobre la fría arena de la calle.<br />
Ese arrastrar de algo, comparado al ruido de una piel de res, al ser arrastrada, fue<br />
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