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SUS ORÍGENES
ESCUELA DE POLICÍA DE ÁVILA
Manuel Lamas Estevez
Comisario del Cuerpo Nacional de Policía
Ex Subdirector y Jefe de Estudios de la Escuela General de Policía de Ávila
Por un azar de la historia, Ávila se ha convertido en el centro de formación
de la Policía y su Escuela en el buque-insignia del Cuerpo
Nacional de Policía. Esto hace que durante el curso académico la ciudad
parezca una mini-España y los días festivos una macrodiscoteca de 3.000
jóvenes, de ambos sexos, en medio de una población censada de 40.000
habitantes.
La crónica de esta gran obra comenzó a finales de los años 60, siendo
Subdirector General de Seguridad el Fiscal Sr. Jiménez Asenjo, natural de
Ávila, que adquirió para el patrimonio del Estado la finca de su paisano
el Marqués de la Dehesa Zurra, a las afueras de la Ciudad. Una extensa
finca de 50 hectáreas de terreno, a la sazón improductiva y poblada de
encinas.
Una década después, en los tiempos de la transición política, cuando
el concepto de orden público, como fórmula habilitante de la función
policial, dejaba paso al concepto de seguridad ciudadana, próxima y solidaria
con el ciudadano, con la consiguiente necesidad de una Policía profesionalizada
y socialmente prestigiada, un inteligente Jefe de la División
de Enseñanza de la Dirección General de la Policía, el Comisario D.
Federico Cavero Jávega (luego Jefe Superior de Policía de Galicia), revolviendo
patrimonios y escrituras encontró la finca de Ávila y le pareció un
lugar ideal para su proyecto educativo, un nuevo Cuerpo Superior de
Policía, una carrera policial universitaria de una Policía técnica, científica
y con estilo democrático, con sede en una ciudad pequeña, idónea para
el estudio, eficaz para un control educativo y próxima a ciudades importantes.
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