Antonio Salgado Rosa Manuel Mariño Castro ... - Eixo Atlantico

tres cursos, en régimen de internado y con un ideario de laboriosidad, austeridad
y disciplina.
Pero el monumental proyecto necesitaba de un impulso definitivo para
convertirse en obra y el espaldarazo vino, sin duda, del propio presidente
del gobierno, don Adolfo Suárez González, que deja para la historia de
Ávila una importante y valiosa obra de Estado. Así, en la Dehesa Zurra,
operarios, maquinaria pesada y todo un plantel de técnicos de la construcción,
bajo la dirección del Arquitecto D. Juan Antonio García Solera,
remueven tierras a toda prisa y la edificación se ve crecer de día en día.
En el año 1982, con el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) en
el poder, toma un giro significativo la organización policial, haciendo realidad
lo prometido en su programa electoral, la unificación del Cuerpo
Superior de Policía y la Policía Nacional en un solo Cuerpo Nacional de
Policía, de naturaleza civil, con uniforme o sin él, en función del puesto
de trabajo, con divisas y categorías de nuevo cuño.
Con la flamante Escuela ya en disposición, el 13 de enero de 1986, justamente
dos meses antes de que fuese aprobada la Ley Orgánica de
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se abren las puertas de la denominada
Escuela General de Policía de Ávila y en ella ya se anticipa por vía de
hecho la unificación mediante un Plan de Estudios, un reglamento de
régimen interno y unas instalaciones académicas unificadas y en convivencia
los dos Cuerpos, quedando cerradas las anteriores Escuelas de
Policía existentes (Escuela Superior de Policía, Escuela de Oficiales de
Policía Nacional, Escuela de Suboficiales y Escuela Básica). Los primeros
planes de estudio son de transición, entre tradición e innovación, con tendencia
a la integración en el sistema educativo general.
Esta primera etapa de iniciación corrió a cargo de un Jefe de División
de Enseñanza, el Comisario D. Jesús Prol Vázquez.
Desde entonces, al igual que anunciaba el lema de aquella compañía
de Aviación, “después de los pasajeros lo más importante es la nave”, también
aquí los sucesivos responsables del Centro de Formación tuvieron a
gala que después de los alumnos lo más importante era la Escuela, y se
esforzaron en el mantenimiento y embellecimiento de esa auténtica ciudad
escolar que García Solera había diseñado con su exquisito estilo urbanístico,
la obra de su vida, combinando técnicas arquitectónicas con una
ESCUELA DE POLICÍA DE ÁVILA
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