Miguel Ángel Fernández Delgado - INEHRM
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tamente la lengua del Lacio, de la que proliferan<br />
citas en el común de sus obras.<br />
El gran orador y jurista en ciernes<br />
Antes de cumplir los veinte años, Ignacio L.<br />
Vallarta había tomado partido en el conflicto<br />
nacional entre conservadores y liberales.<br />
Ambas facciones antagónicas surgieron casi<br />
al momento de la consumación de la independencia.<br />
Los primeros deseaban que el<br />
país continuara con un modo de vida similar<br />
al heredado de la época colonial. Los segundos,<br />
que se introdujeran los cambios necesarios<br />
para que algún día estuviéramos cerca<br />
de las naciones desarrolladas.<br />
Durante las primeras décadas de la vida<br />
independiente, las clases gobernantes eran<br />
en su mayoría conservadoras. Sin embargo,<br />
en 1833, aprovechando la ausencia del<br />
general Ignacio López de Santa Anna en la<br />
silla presidencial, el vicepresidente Valentín<br />
Gómez Farías se hizo cargo del poder<br />
Ejecutivo. Como era un connotado liberal,<br />
comenzó a promover y aprobar leyes con-<br />
tra dos de las más poderosas instituciones<br />
de antaño: la Iglesia y el Ejército. Contra la<br />
primera tomó medidas encaminadas a destruir<br />
los fundamentos legales de la supremacía<br />
eclesiástica —cuestionar la validez de<br />
los votos monásticos, confiscar bienes de las<br />
comunidades religiosas, establecer la educación<br />
a cargo del Estado—; para combatir los<br />
vicios y complicidades en las fuerzas armadas,<br />
creó la Guardia Nacional y suprimió los<br />
fueros militares. No pasó un año, cuando<br />
Santa Anna volvió para cancelar las reformas<br />
de Gómez Farías. De cualquier modo,<br />
fue apenas el primer aviso para la entrada en<br />
escena de los liberales. Aprovechando que la<br />
Constitución de 1824 dejaba la educación<br />
básica en manos de los gobiernos estatales<br />
y que el Congreso de la Unión le otorgó la<br />
facultad de “promover la ilustración”, los<br />
liberales consiguieron el establecimiento<br />
de centros de estudios superiores en diversas<br />
ciudades de la provincia para educar a<br />
las nuevas generaciones en un creciente<br />
laicismo. El primer gobernador de Jalisco,<br />
Prisciliano Sánchez, ordenó el cierre de la<br />
Universidad de Guadalajara, que sería sus-<br />
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