13.05.2013 Views

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

dudas, en las tinieblas <strong>de</strong> espíritu, en la multitud <strong>de</strong> enemigos, en los casos imprevistos, tan<br />

variados como repentinos, encontrarás en <strong>el</strong> Rosario luz, fuerza y victoria. Jesucristo oraba con<br />

frecuencia y en todas partes: en <strong>el</strong> templo, en los <strong>camino</strong>s, en los montes. Jesucristo nos exhorta<br />

con estas palabras: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá». ¿No dará<br />

<strong>el</strong> Señor su buen espíritu al que se lo pidiera? ¿No le dará la salvación? ¿No la penitencia final?<br />

Insta Jesucristo al <strong>de</strong>cir: «Pedid, buscad, llamad». Quiere fe, quiere humildad; <strong>el</strong> que pi<strong>de</strong> es<br />

mendigo <strong>de</strong> Dios; quiere perseverancia y confianza.<br />

En <strong>el</strong> Rosario encontramos que María es bienaventurada, porque creyó cosas tan<br />

difíciles como la Encarnación. La vemos humil<strong>de</strong>: He aquí la esclava d<strong>el</strong> Señor; la vemos siempre<br />

confiada en Dios. En <strong>el</strong> Rosario contemplamos a Jesucristo, que dice:«Padre, si es posible, pase<br />

<strong>de</strong> mí este cáliz; pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que Tú». Le vemos orar con más<br />

vehemencia, a medida que arrecia <strong>el</strong> tormento y muere orando con lágrimas en la cruz.<br />

En <strong>el</strong> Rosario le vemos salir d<strong>el</strong> sepulcro glorioso y lleno <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y claridad. Le vemos<br />

como buen Pastor recogiendo su grey. Sube al ci<strong>el</strong>o a prepararnos lugar. Da fuerza invicta<br />

enviando al Espíritu Santo. Lleva a la gloria en cuerpo y alma a su dichosa Madre. La hace<br />

nuestra abogada, pone en sus manos la omnipotencia para que nos ampare con sus<br />

eficacísimos ruegos. Nos protege como individuos, como a personas que vivimos en familia, en<br />

sociedad. ¿No respiramos? ¿No damos horas al sueño? ¿No tomamos alimento? Recemos así<br />

<strong>el</strong> Rosario. Levantemos al ci<strong>el</strong>o nuestros ojos. No temamos.<br />

21.- EL MENSAJE DE LOURDES<br />

Santa Bernardita nació en Lour<strong>de</strong>s <strong>el</strong> 7 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1844. Des<strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1845 hasta<br />

1854, vivió en <strong>el</strong> molino <strong>de</strong> Boly; por ese tiempo la llevó consigo su madrina, y la tuvo dos años en<br />

calidad <strong>de</strong> niñera. Con la misma ocupación estuvo en Bartes veintiún meses. No había ido a la<br />

escu<strong>el</strong>a. Sabía <strong>el</strong> Padrenuestro, <strong>el</strong> Avemaría, <strong>el</strong> Credo, no bien, y la jaculatoria: «Oh María<br />

concebida sin pecado, rogad por nosotros que acudimos a Vos». No <strong>de</strong>ja esto último <strong>de</strong> ser<br />

provi<strong>de</strong>ncial.<br />

De Batres volvió a Lour<strong>de</strong>s, para ir a la escu<strong>el</strong>a y prepararse a la primera comunión.<br />

Había entrado en los quince años, v sucedía esto a fines <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1858.<br />

La que cantó: Dios levanta a los humil<strong>de</strong>s, volvió sus ojos a esta jovencita sencillísima,<br />

nacida en <strong>el</strong> campo como azucena sin cultivo. A orillas d<strong>el</strong> Gave está la gruta don<strong>de</strong> Santa<br />

Bernardita vio a aqu<strong>el</strong>la jovencita <strong>de</strong> su misma estatura. Vestía una túnica blanca con bor<strong>de</strong> azul,<br />

que le llegaba hasta los pies, en cada uno <strong>de</strong> los cuales había una rosa <strong>de</strong> oro. Un manto, blanco<br />

también, la cubría, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cabeza hasta los bor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la túnica. Una faja azul ceñía su cintura.<br />

y en una mano tenía un Rosario, con ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> oro.<br />

La aparición saludó a Santa Bernardita, inclinando la cabeza. Separó un poco d<strong>el</strong> cuerpo<br />

los brazos, que traía extendidos hacia abajo, y abrió las manos. D<strong>el</strong> brazo <strong>de</strong>recho pendía <strong>el</strong><br />

<strong>rosario</strong>. Sonreía la Virgen Santísima con mucha gracia, indicándole que se acercase. Bernardita<br />

sacó <strong>el</strong> <strong>rosario</strong>; la Virgen puso también en la mano <strong>el</strong> suyo. Se santiguó la Virgen María; y,<br />

35

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!