13.05.2013 Views

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

quiere <strong>de</strong>cir creer en <strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io, familiarizarse con las enseñanzas d<strong>el</strong> Salvador y hacer <strong>de</strong><br />

<strong>el</strong>las la norma <strong>de</strong> nuestra vida diaria.<br />

Cuarto Misterio LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR<br />

Misterio <strong>de</strong> luz por exc<strong>el</strong>encia es la Transfiguración, que según la tradición tuvo lugar en<br />

<strong>el</strong> Monte Tabor. La gloria <strong>de</strong> la Divinidad resplan<strong>de</strong>ce en <strong>el</strong> rostro <strong>de</strong> Cristo, mientras <strong>el</strong> Padre lo<br />

acredita ante los apóstoles extasiados para que lo escuchen y se dispongan a vivir con Él <strong>el</strong><br />

momento doloroso <strong>de</strong> la Pasión, a fin <strong>de</strong> llegar con Él a la alegría <strong>de</strong> la Resurrección y a una vida<br />

transfigurada por <strong>el</strong> Espíritu Santo.<br />

La escena evangélica <strong>de</strong> la Transfiguración <strong>de</strong> Cristo, en la que los tres apóstoles<br />

-Pedro, Santiago y Juan- aparecen como extasiados por la b<strong>el</strong>leza d<strong>el</strong> Re<strong>de</strong>ntor, pue<strong>de</strong> ser<br />

consi<strong>de</strong>rada como imagen (icono) <strong>de</strong> la contemplación cristiana. Fijar los ojos en <strong>el</strong> rostro <strong>de</strong><br />

Cristo, <strong>de</strong>scubrir su misterio en <strong>el</strong> <strong>camino</strong> ordinario y doloroso <strong>de</strong> su humanidad, hasta percibir su<br />

fulgor divino manifestado <strong>de</strong>finitivamente en <strong>el</strong> Resucitado glorificado a la <strong>de</strong>recha d<strong>el</strong> Padre, es<br />

la tarea <strong>de</strong> todos los discípulos <strong>de</strong> Cristo; por tanto, es también la nuestra. Contemplando este<br />

rostro, nos disponemos a acoger <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> la vida trinitaria, para experimentar <strong>de</strong> nuevo <strong>el</strong><br />

amor d<strong>el</strong> Padre y gozar <strong>de</strong> la alegría d<strong>el</strong> Espíritu Santo. Se realiza así también en nosotros la<br />

palabra <strong>de</strong> San Pablo: "Reflejamos la gloria d<strong>el</strong> Señor y nos vamos transformando en su imagen<br />

con resplandor creciente".<br />

Quinto Misterio LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA<br />

Misterio <strong>de</strong> luz es la institución <strong>de</strong> la Eucaristía, en la cual Cristo se hace alimento con su<br />

Cuerpo y su Sangre bajo las especies d<strong>el</strong> pan y d<strong>el</strong> vino, dando testimonio <strong>de</strong> su amor por la<br />

humanidad "hasta <strong>el</strong> extremo", y por cuya salvación se ofrecerá en sacrificio. La Iglesia, Pueblo<br />

<strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> la nueva alianza, se ha alimentado siempre con la Eucaristía. Es más, se ha<br />

construido a través <strong>de</strong> la Eucaristía: Porque, aun siendo muchos, somos un solo pueblo y un solo<br />

cuerpo, pues todos participamos <strong>de</strong> un solo pan. La Iglesia se refleja en <strong>el</strong> sacramento<br />

eucarístico como en la fuente <strong>de</strong> la que brota su propia vida. En él está <strong>el</strong> núcleo incan<strong>de</strong>scente<br />

y <strong>el</strong> corazón <strong>de</strong> la Iglesia, que pue<strong>de</strong> leer en él la historia <strong>de</strong> su propia vocación.<br />

Jesús es <strong>el</strong> pan vivo bajado d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o para la vida d<strong>el</strong> mundo. El Verbo se hizo carne y<br />

habitó entre nosotros. Esto nos lleva hasta la Anunciación, cuando <strong>el</strong> áng<strong>el</strong> d<strong>el</strong> Señor comunicó<br />

la gran nueva a María y, por su consentimiento libre y amoroso, Ella concibió en su seno al Verbo<br />

por obra d<strong>el</strong> Espíritu Santo. Existe, pues, un vínculo estrechísimo entre la Eucaristía y la Virgen<br />

María, que la piedad medieval acuñó en la expresión caro Christi, caro Mariae: la carne <strong>de</strong> Cristo<br />

en la Eucaristía es, sacramentalmente, la carne asumida <strong>de</strong> la Virgen María.<br />

49

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!