el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
por nosotros ante <strong>el</strong> Padre que la ha llenado <strong>de</strong> gracia y ante <strong>el</strong> Hijo nacido <strong>de</strong> su seno, rogando<br />
con nosotros y por nosotros.<br />
Anunciar a Cristo con María<br />
17. El Rosario es también un itinerario <strong>de</strong> anuncio y <strong>de</strong> profundización, en <strong>el</strong> que <strong>el</strong><br />
misterio <strong>de</strong> Cristo es presentado continuamente en los diversos aspectos <strong>de</strong> la experiencia<br />
cristiana. Es una presentación orante y contemplativa, que trata <strong>de</strong> mod<strong>el</strong>ar al cristiano según <strong>el</strong><br />
corazón <strong>de</strong> Cristo. Efectivamente, si en <strong>el</strong> rezo d<strong>el</strong> Rosario se valoran a<strong>de</strong>cuadamente todos sus<br />
<strong>el</strong>ementos para una meditación eficaz, se da, especialmente en la c<strong>el</strong>ebración comunitaria en las<br />
parroquias y los santuarios, una significativa oportunidad catequética que los Pastores <strong>de</strong>ben<br />
saber aprovechar. La Virgen d<strong>el</strong> Rosario continúa también <strong>de</strong> este modo su obra <strong>de</strong> anunciar a<br />
Cristo. La historia d<strong>el</strong> Rosario muestra cómo esta oración ha sido utilizada especialmente por los<br />
Dominicos, en un momento difícil para la Iglesia a causa <strong>de</strong> la difusión <strong>de</strong> la herejía. Hoy estamos<br />
ante nuevos <strong>de</strong>safíos. ¿Por qué no volver a tomar en la mano las cuentas d<strong>el</strong> <strong>rosario</strong> con la fe <strong>de</strong><br />
quienes nos han precedido? El Rosario conserva toda su fuerza y sigue siendo un recurso<br />
importante en <strong>el</strong> bagaje pastoral <strong>de</strong> todo buen evang<strong>el</strong>izador.<br />
CAPÍTULO II: MISTERIOS DE CRISTO, MISTERIOS DE LA<br />
MADRE<br />
El Rosario «compendio d<strong>el</strong> Evang<strong>el</strong>io»<br />
18. A la contemplación d<strong>el</strong> rostro <strong>de</strong> Cristo sólo se llega escuchando, en <strong>el</strong> Espíritu, la<br />
voz d<strong>el</strong> Padre, pues «nadie conoce bien al Hijo sino <strong>el</strong> Padre» (Mt 11, 27). Cerca <strong>de</strong> Cesarea <strong>de</strong><br />
F<strong>el</strong>ipe, ante la confesión <strong>de</strong> Pedro, Jesús puntualiza <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> proviene esta clara intuición sobre<br />
su i<strong>de</strong>ntidad: «No te ha rev<strong>el</strong>ado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los ci<strong>el</strong>os»<br />
(Mt 16, 17). Así pues, es necesaria la rev<strong>el</strong>ación <strong>de</strong> lo alto. Pero, para acogerla, es indispensable<br />
ponerse a la escucha: «Sólo la experiencia d<strong>el</strong> silencio y <strong>de</strong> la oración ofrece <strong>el</strong> horizonte<br />
a<strong>de</strong>cuado en <strong>el</strong> que pue<strong>de</strong> madurar y <strong>de</strong>sarrollarse <strong>el</strong> conocimiento más auténtico, fi<strong>el</strong> y<br />
coherente, <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong> misterio».<br />
El Rosario es una <strong>de</strong> las modalida<strong>de</strong>s tradicionales <strong>de</strong> la oración cristiana orientada a la<br />
contemplación d<strong>el</strong> rostro <strong>de</strong> Cristo. Así lo <strong>de</strong>scribía <strong>el</strong> Papa Pablo VI: « Oración evangélica<br />
centrada en <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> la Encarnación re<strong>de</strong>ntora, <strong>el</strong> Rosario es, pues, oración <strong>de</strong> orientación<br />
profundamente cristológica. En efecto, su <strong>el</strong>emento más característico –la repetición litánica d<strong>el</strong><br />
"Dios te salve, María"– se convierte también en alabanza constante a Cristo, término último d<strong>el</strong><br />
anuncio d<strong>el</strong> Áng<strong>el</strong> y d<strong>el</strong> saludo <strong>de</strong> la Madre d<strong>el</strong> Bautista: "Bendito <strong>el</strong> fruto <strong>de</strong> tu seno" (Lc 1,42).<br />
Diremos más: la repetición d<strong>el</strong> Ave Maria constituye <strong>el</strong> tejido sobre <strong>el</strong> cual se <strong>de</strong>sarrolla la<br />
contemplación <strong>de</strong> los misterios: <strong>el</strong> Jesús que toda Ave María recuerda es <strong>el</strong> mismo que la<br />
sucesión <strong>de</strong> los misterios nos propone una y otra vez como Hijo <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> la Virgen».(para<br />
volver al comienzo d<strong>el</strong> documento haga click aquí) Una incorporación oportuna<br />
19. De los muchos misterios <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> Cristo, <strong>el</strong> Rosario, tal como se ha consolidado<br />
en la práctica más común corroborada por la autoridad eclesial, sólo consi<strong>de</strong>ra algunos. Dicha<br />
63