13.05.2013 Views

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Quinto Misterio LA MUERTE DE CRISTO EN LA CRUZ<br />

Se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango... haciéndose obediente hasta la muerte y muerte <strong>de</strong> cruz. Al pie<br />

<strong>de</strong> la cruz María participa por medio <strong>de</strong> la fe en <strong>el</strong> <strong>de</strong>sconcertante misterio <strong>de</strong> este<br />

<strong>de</strong>spojamiento... participa en la muerte d<strong>el</strong> Hijo, en su muerte re<strong>de</strong>ntora. Pero, a diferencia <strong>de</strong> la<br />

fe <strong>de</strong> los discípulos que huían, era una fe mucho más iluminada... Jesús dice a su madre: Mujer,<br />

aquí tienes a tu hijo ... Pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que, si la maternidad <strong>de</strong> María respecto <strong>de</strong> los hombres, ya<br />

había sido d<strong>el</strong>ineada anteriormente, ahora es precisada y establecida claramente... Esta nueva<br />

maternidad <strong>de</strong> María, engendrada por la fe, es fruto d<strong>el</strong> nuevo amor que maduró en <strong>el</strong>la<br />

<strong>de</strong>finitivamente junto a la cruz, por medio <strong>de</strong> su participación en <strong>el</strong> amor re<strong>de</strong>ntor d<strong>el</strong> Hijo.<br />

Numerosos signos muestran cómo la Santísima Virgen ofrece también hoy, precisamente a<br />

través d<strong>el</strong> Rosario, aqu<strong>el</strong>la solicitud materna para con todos los hijos <strong>de</strong> la Iglesia que <strong>el</strong><br />

Re<strong>de</strong>ntor, poco antes <strong>de</strong> morir, le confió en la persona d<strong>el</strong> discípulo amado: ¡Mujer, ahí tienes a<br />

tu hijo!.<br />

El Señor ha salvado al mundo con la cruz; ha <strong>de</strong>vu<strong>el</strong>to a la humanidad la esperanza y<br />

<strong>el</strong> <strong>de</strong>recho a la vida con su muerte. No se pue<strong>de</strong> honrar a Cristo si no se le reconoce como<br />

Salvador, si no se reconoce <strong>el</strong> misterio <strong>de</strong> su santa cruz.<br />

La cruz es <strong>el</strong> signo <strong>de</strong> la Re<strong>de</strong>nción y en la cruz está la prenda <strong>de</strong> la resurrección y <strong>el</strong><br />

comienzo <strong>de</strong> una vida nueva: la <strong>el</strong>evación <strong>de</strong> los corazones humanos. En Cristo crucificado se<br />

hace patente la plenitud d<strong>el</strong> amor <strong>de</strong> Dios al mundo, al hombre.<br />

26.- Misterio <strong>de</strong> Gloria<br />

Primer Misterio LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO<br />

La contemplación d<strong>el</strong> rostro <strong>de</strong> Cristo no pue<strong>de</strong> reducirse a su imagen <strong>de</strong> crucificado. ¡Él<br />

es <strong>el</strong> Resucitado! El Rosario ha expresado siempre esta convicción <strong>de</strong> fe, invitando al creyente a<br />

superar la oscuridad <strong>de</strong> la Pasión para fijarse en la gloria <strong>de</strong> Cristo en su Resurrección...<br />

Contemplando al Resucitado, <strong>el</strong> cristiano <strong>de</strong>scubre <strong>de</strong> nuevo las razones <strong>de</strong> la propia fe, y revive<br />

la alegría no solamente <strong>de</strong> aqu<strong>el</strong>los a los que Cristo se manifestó -los Apóstoles, la Magdalena,<br />

los discípulos <strong>de</strong> Emaús-, sino también <strong>el</strong> gozo <strong>de</strong> María, que experimentó <strong>de</strong> modo intenso la<br />

nueva vida d<strong>el</strong> Hijo glorificado. Para reavivar más vuestra fe y entusiasmo, <strong>de</strong>seo proponer a<br />

vuestra reflexión <strong>el</strong> encuentro pascual con <strong>el</strong> Señor: un encuentro personal, vivo, <strong>de</strong> ojos abiertos<br />

y corazón palpitante, con Cristo resucitado. Sí, Cristo vive en la Iglesia, está en nosotros,<br />

portadores <strong>de</strong> esperanza e inmortalidad. Si habéis encontrado, pues, a Cristo, ¡vivid a Cristo,<br />

vivid con Cristo! Y anunciadlo en primera persona, como auténticos testigos: Para mí la vida es<br />

Cristo. He ahí también la verda<strong>de</strong>ra liberación: proclamar a Jesús libre <strong>de</strong> ataduras, presente en<br />

unos hombres transformados, hechos nueva criatura.<br />

52

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!