13.05.2013 Views

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

el camino del rosario - FUNDACIÓN OBRA CULTURAL Roger de

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Tercera Aparición (13–7-1917)<br />

Tuvieron los niños mucho que sufrir. El clero, y en particular <strong>el</strong> señor Párroco <strong>de</strong> Fátima,<br />

creían que podía haber engaño. Lo mismo la madre <strong>de</strong> Jacinta y, sobre todo, la <strong>de</strong> Lucía, que le<br />

dio muy malos ratos.<br />

No faltaban los que <strong>de</strong>fendían a los niños. Ellos, por su parte, no se acobardaron.<br />

Ofrecían todos sus contratiempos al Inmaculado Corazón <strong>de</strong> María para <strong>de</strong>sagraviarle, y por la<br />

salvación <strong>de</strong> los pecadores.<br />

Como <strong>el</strong> patrón <strong>de</strong> Fátima es San Antonio, concurrió mucha gente a la parroquia <strong>el</strong> 13 <strong>de</strong><br />

junio, y se divulgó la noticia <strong>de</strong> las Apariciones. El 13 <strong>de</strong> junio había en la Cova <strong>de</strong> Iría unas tres<br />

mil personas. Temerosa Lucía <strong>de</strong> estar engañada, viendo la actitud <strong>de</strong> los suyos para con <strong>el</strong>la y<br />

la d<strong>el</strong> señor Párroco, no quería ir a la Cova; pero cerca ya d<strong>el</strong> mediodía, sintió un impulso tan<br />

fuerte, que marchó animosa al sitio <strong>de</strong> las Apariciones.<br />

Llegaron los niños y se pusieron junto al árbol, con dificultad, por la mucha gente. Lucía<br />

dirigía <strong>el</strong> Rosario y todos los circunstantes lo rezaron <strong>de</strong> rodillas. A las doce en punto se presentó<br />

la Virgen Santísima. ¿Qué queréis <strong>de</strong> mí? Insistió en que rezasen <strong>el</strong> Rosario, para conseguir la<br />

paz y <strong>el</strong> fin <strong>de</strong> la guerra, en que no faltasen <strong>el</strong> día 13 d<strong>el</strong> mes siguiente. En cuanto a la guerra, dijo:<br />

Solamente Yo los puedo socorrer. Pidió Lucía que dijese quién era, e hiciese un milagro. Estaban<br />

temerosos los pequeños. Respondió la Visión que en octubre diría su nombre y haría un prodigio,<br />

para que todos creyesen.<br />

Suplicó a<strong>de</strong>más Lucía que sanase a un lisiado, convirtiese a una familia <strong>de</strong> Fátima y<br />

llevase al ci<strong>el</strong>o a un enfermo <strong>de</strong> Atouguía. Al lisiado, dijo la Señora que no le sanaría, ni le libraría<br />

<strong>de</strong> la pobreza; Ella sabía mejor lo que le convenía, que rezase todos los días <strong>el</strong> Rosario en familia.<br />

Los <strong>de</strong>más, en <strong>el</strong> próximo año conseguirían lo que pedían, pero que rezasen <strong>el</strong> Rosario.<br />

Sacrificaos por los pecadores, y <strong>de</strong>cid con frecuencia al hacer algún sacrificio: ¡Oh Jesús!, es por<br />

tu amor, por la conversión <strong>de</strong> los pecadores y en reparación <strong>de</strong> los pecados cometidos contra <strong>el</strong><br />

Inmaculado Corazón <strong>de</strong> María.<br />

En este punto, sin darse cuenta, dio Lucía un ¡ay! Les confió un secreto con expresa<br />

prohibición <strong>de</strong> manifestarlo. Fue lo que dio motivo al ¡ay! <strong>de</strong>sgarrador. Nuestra Señora abrió las<br />

manos. El haz <strong>de</strong> luz pareció que penetraba en la tierra.<br />

Vimos como un gran mar <strong>de</strong> fuego, y en él sumergidos negros y broncíneos <strong>de</strong>monios y<br />

almas en forma humana, que lanzadas a lo alto por las llamas, volvían a caer en todas<br />

direcciones, como chispas <strong>de</strong> un gran incendio, sin peso ni equilibrio, entre gritos y lamentos <strong>de</strong><br />

horror y <strong>de</strong>sesperación. Nos hacían estremecer <strong>de</strong> espanto. Los <strong>de</strong>monios se distinguían por sus<br />

formas repugnantes y horribles, <strong>de</strong> animales espantosos y <strong>de</strong>sconocidos; pero trasparentes,<br />

como negros carbones en ascua. Esta visión duró un instante. Gracias a la Madre <strong>de</strong><br />

Misericordia, que nos previno para <strong>el</strong>la diciéndonos qué iríamos al ci<strong>el</strong>o; <strong>de</strong> otra suerte<br />

hubiéramos muerto <strong>de</strong> terror.<br />

Angustiados los niños, levantaron sus ojos a la que es consu<strong>el</strong>o <strong>de</strong> afligidos, como<br />

pidiendo amparo en tamaño trance. Es cierto que aqu<strong>el</strong> día <strong>de</strong>saparecieron d<strong>el</strong> alma <strong>de</strong> los<br />

40

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!