(GUIA DE PR\301CTICAS DE CIRUG\315A GENERAL) - Doctortazo
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Bilirrubina: su medición sucesiva es útil<br />
para seguir la evolución de enfermedad<br />
hepática o biliar.<br />
Fosfatasa alcalina: la elevación de su concentración<br />
sanguínea es un buen indicador<br />
de una obstrucción extrahepática.<br />
Transaminasas: indican lesión hepatocelular<br />
primaria, al elevarse; sin embargo, también<br />
puede responder a una obstrucción<br />
extrahepática prolongada.<br />
Albúmina: la albuminemia es un parámetro<br />
de fácil acceso que informa del estado nutricional<br />
proteico. La desnutrición se asocia<br />
a complicaciones quirúrgicas importantes,<br />
como la aparición de infecciones postoperatorias<br />
y dehiscencias de las suturas.<br />
Gonadotropina coriónica humana ββββ: para<br />
descartar la presencia de embarazo.<br />
Pruebas de imagen<br />
Radiología (con o sin contraste)<br />
o Radiografía (simple)<br />
o Tomografía (simple o computarizada)<br />
Ecografía<br />
Resonancia magnética<br />
Gammagrafía con radioisótopos<br />
Pruebas funcionales: función cardiovascular,<br />
flujo sanguíneo regional, pulmonar, gastrointestinal,<br />
pancreática, endocrina.<br />
Otras pruebas: endoscopias, biopsia de<br />
tejidos, marcadores tumorales, pruebas microbiológicas.<br />
b) Tras una intervención, en el seguimiento<br />
de otros pacientes complejos, también son<br />
necesarias en ocasiones las anteriores exploraciones.<br />
Entre las mismas destacaremos:<br />
análisis hematológico y bioquímico,<br />
endoscopia digestiva y pruebas de imagen<br />
(radiología simple, ecografía y TAC).<br />
10. Diferenciación de un postoperatorio<br />
normal de uno patológico.<br />
13<br />
A consecuencia de una intervención quirúrgica<br />
sucederán una serie de alteraciones<br />
metabólicas y endocrinas –como reacción<br />
inespecífica del organismo-, de manera proporcional<br />
a la agresión quirúrgica y con una<br />
respuesta homeostática para mantener el<br />
equilibrio del medio interno. Es lo que se<br />
conoce como “enfermedad postoperatoria”.<br />
Estas alteraciones se pueden dar a nivel<br />
local: por la agresión tisular se produce inflamación<br />
y cicatrización; o a nivel general:<br />
la agresión hacia el medio interno genera<br />
una respuesta endocrino-metabólica.<br />
Para simplificar y esquematizar dicho proceso,<br />
se han establecido cuatro fases por<br />
las que pasará el paciente, que dependerán<br />
de las características propias sujeto y del<br />
tipo de intervención quirúrgica. Así, en intervenciones<br />
muy importantes encontramos:<br />
1º Fase de agresión quirúrgica<br />
(3-4 primeros días)<br />
- la postración, la anorexia, y el aislamiento<br />
emocional.<br />
- íleo postoperatorio: parálisis intestinal;<br />
ausencia de defecación y ventoseo.<br />
- taquicardia.<br />
- oliguria: los líquidos deben mantener<br />
un balance aporte-pérdida, por el riesgo<br />
de descompensación cardiaca o deshidratación.<br />
- aumento de la excreción de potasio y<br />
disminución de la de sodio.<br />
- balance negativo de nitrógeno (gran<br />
catabolismo protéico).<br />
- hiperglucemia (necesidad de insulina<br />
aunque el paciente no sea diabético).<br />
- hipertensión arterial.<br />
2º Fase de retirada de corticoides<br />
(5º-8º día; estancia hospitalaria variable)<br />
- recuperación de su estado emocional<br />
e interés.<br />
- deambulación: debilidad y fatigabilidad.<br />
- recuperación del peristaltismo intestinal:<br />
instauración gradual de dieta oral.<br />
- recuperación del apetito.<br />
- normalización del balance nitrogenado<br />
(continua el catabolismo).<br />
- estabilización de la tensión arterial, la<br />
glucemia y la diuresis.