(GUIA DE PR\301CTICAS DE CIRUG\315A GENERAL) - Doctortazo

Efectos secundarios de los hipnóticos:
Casi todos los hipnóticos producen depresión
respiratoria y/o apnea a las dosis que
se utilizan. Además casi todos los hipnóticos
producen vasodilatación y descenso del
gasto cardíaco, lo que conlleva hipotensión
que puede ser muy profunda; y si la reserva
del paciente es escasa, se puede comprometer
su vida seriamente.
Fármacos analgésicos:
Cuando hablamos de ellos nos referimos
casi exclusivamente a los analgésicos
opiáceos, derivados de la morfina. En los
procedimientos anestésicos se emplea sobre
todo el fentanil.
Fentanil. Narcótico opioide que produce analgesia.
Es 70 veces más potente que la morfina. Aunque la
duración de su acción es corta, llega a concentrarse
en tejidos bien prefundidos (cerebro). Se metaboliza
lentamente.
Sufentanil citrato. Narcótico opioide que produce
analgesia/anestesia y reduce la ansiedad de forma
eficaz. Es cinco veces más potente que el fentanil
y 625 veces más potente que la morfina. Su acción
es corta porque su comienzo de acción es inmediato,
la acumulación es limitada y la eliminación
es rápida.
Alfentanil. Narcótico opioide que es un analgésico
rápido de acción corta. La depresión respiratoria es
más duradera que la analgesia.
El último incorporado a la práctica clínica es
el remifentanil, que tiene una duración de
pocos minutos, y una potencia analgésica
similar al fentanil.
Es muy importante recordar que la hipnosis
no produce analgesia, y que, si esta última
no es adecuada, un paciente anestesiado
sentirá dolor; que, en última instancia, puede
llevarlo a un IAM o a un ACV –aunque el
sujeto no sea consciente de ello-.
La analgesia postoperatoria hace uso de los
AINES (anti-inflamatorios no esterioideos):
metamizol (Nolotil®), ketorolaco (Toradol®),
dexketoprofeno (Enantyum®) o paracetamol
(Perfalgan®); y de opiáceos de más larga
duración: morfina o meperidina (1000 veces
menos potente que el fentanil).
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Relajantes neuromusculares:
Producen parálisis de toda la musculatura
estriada del cuerpo, excepto la miocárdica.
Se administran siempre después de los hipnóticos
y se intenta que su efecto haya desaparecido
antes de que el paciente recupere
la consciencia.
Son muy útiles –por ejemplo- en cirugía abdominal,
donde la musculatura contraída
dificultaría mucho la labor del cirujano; y en
cirugía torácica, donde permite una ventilación
mecánica adecuada.
Bloqueantes neuromusculares no despolarizantes
(BNMND). Estos fármacos actúan
sobre las enzimas que evitan la contracción
muscular. No ocasionan fasciculación
muscular tras la inyección i.v. Pueden ser
denominados antagonistas competitivos.
Actualmente el más usado es el atracurio
(efecto rápido y predecible; 30 minutos) y su
derivado, el cisatracurio (el cual carece de
los efectos secundarios del atracurio: liberación
de histamina). También se cuenta con
el rocuronio (30 min) y el mivacurio (15-20
min).
Bloqueantes neuromusculares despolarizantes
(BNMD). Estos fármacos tienen el
efecto opuesto que los fármacos no despolarozantes.
Estimulan los receptores autónomos.
Ocasionan fasciculaciones musculares
(contracciones involuntarias de los músculos).
El más utilizado: la succinilcolina; dada su
acción ultracorta, es de elección para facilitar
la intubación endotraqueal.
ANESTESIA LOCAL Y REGIONAL
La anestesia local inhibe los nervios sensitivos
y bloquea la conducción de impulsos
dolorosos desde su punto de origen. Los
nervios sensitivos son los primeros en afectarse.
Cuando sólo se emplea un fármaco
anestésico, el paciente permanece consciente.
Puede administrase sedación para
aliviar la ansiedad y producir amnesia. Esta