(GUIA DE PR\301CTICAS DE CIRUG\315A GENERAL) - Doctortazo

Independientemente de la técnica de inducción,
el paciente es trasladado en primer
lugar al quirófano, colocándolo en
posición de decúbito supino sobre la
mesa. Con muy raras excepciones, antes
de ninguna maniobra se deberá iniciar
una perfusión intravenosa. Se conectan
los monitores fundamentales como
el ECG, el manguito de presión arterial,
el pulsioxímetro y el fonendoscopio
torácico.
B. Mantenimiento de la anestesia
La fase de mantenimiento de la anestesia
general es el periodo que discurre
desde la instauración inicial de la anestesia
quirúrgica, el final de la inducción,
hasta el momento de reducir la profundidad
anestésica para que el paciente
pueda despertarse al final de la intervención
quirúrgica. Los objetivos para el
cirujano son contar las condiciones operatorias
adecuadas y, para el paciente:
- ausencia de dolor y conciencia,
- función orgánica adecuada,
- respuestas mínimas al estrés,
- temperatura corporal estable,
- equilibrio hidroelectrolítico adecuado,
- sustitución de sangre o elementos.
En los pacientes normales se emplean
relajantes musculares para paralizar los
músculos esqueléticos. Las dosis de
bloqueador neuromuscular debe ser la
suficiente para proporcionar las condiciones
adecuadas para la intubación endotraqueal
o para el cirujano.
C. Recuperación de la anestesia
(Educción)
Si el anestesiólogo está ajustando la depresión
anestésica frente a un estímulo
quirúrgico, la fase de mantenimiento pasará
gradualmente a la fase de salida en
algún momento próximo al final de la intervención
quirúrgica. El objetivo de la
dirección cambia ligeramente, desde
proporcionar una depresión adecuada a
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reducir la administración de los fármacos
depresores, permitiendo al enfermo que
recupere el control homeostático de la
ventilación, de la vía aérea y se restablezca
la consciencia. El resto es realizar
todo esto tan deprisa como sea posible,
manteniendo al mismo tiempo las
condiciones operatorias adecuadas hasta
el final de la intervención.
El mecanismo para restablecer la capacidad
del paciente para controlar las funciones
vitales y recuperar la conciencia
es, principalmente, la eliminación de los
anestésicos del cerebro.
La extubación endotraqueal se realiza
con una profundidad anestésica lo bastante
ligera como para que el paciente
respire satisfactoriamente, con suficiente
tono muscular para mantener un vía aérea
adecuada y con algunos reflejos
después de la extubación. El paciente
debe estar lo suficientemente dormido
como para evitar el “esfuerzo” o aducción
activa de las cuerdas vocales sobre
el tubo endotraqueal en la extubación.
En este momento, independientemente
de la profundidad de la anestesia, existe
el riesgo de regurgitación o vómitos y
aspiración del contenido gástrico por el
enfermo.
Disponemos de antagonistas para reducir
los efectos depresores de los anestésicos
1 .
Fármacos anestésicos:
En general se usan los mismos fármacos
para la inducción y para el mantenimiento,
pero a dosis diferentes. Para la educción se
juega con los tiempos de eliminación de los
mismos y es preferible evitar el uso de antídotos.
a) Inhalatorios: Los anestésicos inhalados
originales (éter, óxido nitroso y cloroformo)
tienen limitaciones importantes 2 . Por
1 Por ej.: flumazenil es antagonista de las benzodiazepinas,
por lo que puede utilizarse para revertir los
efectos sedantes del midazolam tras la anestesia.
2 El éter se caracterizaba por una inducción y recuperación
bastante lentas, pero ejercía su efecto sin