ORDENANZAS MUNICIPALES DE LA - Juan Luis Pérez Arribas

1. PREÁMBULO
Si hay un documento fundamental para conocer el devenir de la vida de
los pueblos en los albores de la edad moderna, este es sin duda el relativo a las
Ordenanzas Municipales, cuya importancia hoy en día es trascendental, ya que
por ellas se descubren gran parte de las actividades de los mismos, así como su
reglamentación, forma de hacer justicia, penas a los infractores, etc., normas que
facilitaban y hacían posible la convivencia entre los vecinos de una localidad o
entre los vasallos de un señorío.
El hecho de que las Ordenanzas Municipales, dentro del rango de las leyes
por las que se regía una ciudad, villa o señorío, ocuparan el último escalafón, no
quiere decir esto que fueran menos importantes, ya que éstas decretaban sobre
multitud de temas que las pragmáticas del reino, por ejemplo, pasaban por alto,
ajustando además las reglamentaciones a las necesidades de cada lugar. Esto lo
aclara muy bien el preámbulo a las Ordenanzas Municipales de 1517 de Trujillo
(Cáceres) que dice así: “Los reyes de castilla an fecho muchas leyes por las
quales bivamos en justiçia e seamos juzgados, más porque aquellas son muy
unibersales para todos sus regnos y señoríos, ellos proveyendo las cosas
unibersalmente como a sus señoríos cunple, acordaron los sabios antiguos que
hera vien cada una çivdad o pueblo, según sus menesteres, fiziesen leyes en
particular para sy y es cosa justa y razonable porque los reyes que las leyes
hazen no pueden saber en particular las necesidades e condiçiones de cada
lugar moguer que lo supiesen no podrían fazer leyes unibersales en las
hordenanzas de los pueblos porque lo que fuese bueno para uno podría ser malo
en otros, y las leyes que los tales pueblos fizieren para sy, llamaron
ordenanzas” 1 .
Esta es la razón por la cual las Ordenanzas Municipales no eran
sancionadas por el rey, sino por el señor que regía el señorío, y estaban
redactadas por el Concejo, que adaptaba las leyes generales a sus casos
particulares.
No obstante, a pesar de su importancia, son escasas las ordenanzas del
siglo XVI que se han conservado, y muchas menos las transcritas y publicadas
hasta la fecha. En el caso que nos ocupa, entre los cientos de libros, legajos y
documentos que atesora el Archivo Municipal de Cogolludo, localiczamos ya
hace tiempo unas minuciosas Ordenanzas Municipales de mediados del siglo
XVI 2 . Una breve referencia a ellas hicimos en el libro “Cogolludo. Su historia,
arte y costumbres”, en el que solamente citamos cuatro o cinco ordenanzas,
quedando desde entonces pendiente la tarea de transcribir íntegramente el
1 Ladero Quesada, Miguel Ángel. Las Ordenanzas Locales. Siglos XII-XVIII.
2 Archivo Municipal de Cogolludo. Caja “DV4”.
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