19.05.2013 Views

sobre las siete palabras pronunciadas por cristo en ... - Corazones.org

sobre las siete palabras pronunciadas por cristo en ... - Corazones.org

sobre las siete palabras pronunciadas por cristo en ... - Corazones.org

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ismaelitas fue la ocasión de que se convirtiera <strong>en</strong> seńor de todo Egipto y príncipe de todos sus<br />

hermanos.<br />

Pero omiti<strong>en</strong>do estas consideraciones, pasaremos revista a los muchos y grandes<br />

inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cias que sufr<strong>en</strong> aquellos hombres que, para escapar meram<strong>en</strong>te de una sombra de<br />

deshonra fr<strong>en</strong>te a los hombres, están obstinadam<strong>en</strong>te determinados a tomar su v<strong>en</strong>ganza <strong>sobre</strong><br />

aquellos que les han hecho cualquier mal. En primer lugar, hac<strong>en</strong> la parte de tontos al preferir<br />

un mayor mal que uno m<strong>en</strong>or. Pues es un principio aceptado <strong>en</strong> todo lugar, y declarado a<br />

nosotros <strong>por</strong> el Apóstol <strong>en</strong> estas <strong>palabras</strong>: “no hagamos el mal para que v<strong>en</strong>ga el bi<strong>en</strong>”[62]. Se<br />

sigue que <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia un mayor mal no ha de ser cometido para poder obt<strong>en</strong>er alguna<br />

comp<strong>en</strong>sación <strong>por</strong> uno m<strong>en</strong>or. Aquel que recibe la injuria recibe lo que es llamado el mal de la<br />

injuria: aquel que se v<strong>en</strong>ga de una injuria es culpable de lo que es llamado el mal del crim<strong>en</strong>.<br />

Ahora bi<strong>en</strong>, sin duda, la desgracia de cometer un crim<strong>en</strong> es mayor que la desgracia de t<strong>en</strong>er que<br />

so<strong>por</strong>tar la injuria, pues aunque la of<strong>en</strong>sa puede hacer a un hombre miserable, no<br />

necesariam<strong>en</strong>te lo hace malo. Un crim<strong>en</strong>, sin embargo, lo hace tanto miserable y malvado. La<br />

injuria priva al hombre del bi<strong>en</strong> tem<strong>por</strong>al, un crim<strong>en</strong> lo priva tanto del bi<strong>en</strong> tem<strong>por</strong>al y eterno.<br />

Así, un hombre que remedia el mal de una injuria cometi<strong>en</strong>do un crim<strong>en</strong> es como un hombre<br />

que se corta una parte de sus pies para que le <strong>en</strong>tr<strong>en</strong> un par de zapatos más pequeńos, lo cual<br />

sería un completo acto de locura. Nadie es culpable de tal ins<strong>en</strong>satez <strong>en</strong> sus preocupaciones<br />

tem<strong>por</strong>ales, pero sin embargo hay algunos hombres tan ciegos a sus intereses reales que no<br />

tem<strong>en</strong> of<strong>en</strong>der mortalm<strong>en</strong>te a Dios para poder escapar aquello que ti<strong>en</strong>e la apari<strong>en</strong>cia de<br />

desgracia, y manti<strong>en</strong><strong>en</strong> un honorable semblante a los ojos de los hombres. Pues ellos ca<strong>en</strong> bajo<br />

el desagrado y la ira de Dios, y a m<strong>en</strong>os que se corrijan a tiempo y hagan p<strong>en</strong>it<strong>en</strong>cia, t<strong>en</strong>drán<br />

que so<strong>por</strong>tar la desgracia y el torm<strong>en</strong>to eternos, y perderán el interminable honor de ser<br />

ciudadanos del cielo. Ańádase a esto que realizan un acto de lo más agradable para el diablo y<br />

sus ángeles, que urg<strong>en</strong> a este hombre a hacer una cosa injusta a aquel hombre con el propósito<br />

de sembrar la discordia y la <strong>en</strong>emistad <strong>en</strong> el mundo. Y cada uno debe reflexionar con calma<br />

cuán desgraciado es agradar al <strong>en</strong>emigo más fiero de la raza humana, y desagradar a Cristo.<br />

Además, ocasionalm<strong>en</strong>te sucede que el hombre injuriado que anhela v<strong>en</strong>ganza hiere<br />

mortalm<strong>en</strong>te a su <strong>en</strong>emigo y lo mata, <strong>por</strong> lo que es ignominiosam<strong>en</strong>te ejecutado <strong>por</strong> asesinato,<br />

y toda su propiedad es confiscada <strong>por</strong> el Estado, o <strong>por</strong> lo m<strong>en</strong>os es forzado al exilio, y tanto él<br />

como su familia viv<strong>en</strong> una miserable exist<strong>en</strong>cia. Así es como el diablo juega y se burla de<br />

aquellos que escog<strong>en</strong> aprisionarse con <strong>las</strong> ataduras del falso honor, más que hacerse siervos y<br />

amigos de Cristo, el mejor de los Reyes, y ser reconocidos como herederos del reino más vasto<br />

y más durable. Por lo tanto, puesto que el hombre ins<strong>en</strong>sato, a pesar del mandami<strong>en</strong>to de<br />

Cristo, se niega a reconciliarse con sus <strong>en</strong>emigos, se expone al desastre total, todos los que son<br />

sabios escucharán la doctrina que Cristo, el Seńor de todo, nos ha <strong>en</strong>seńado <strong>en</strong> el Evangelio<br />

con sus <strong>palabras</strong>, y <strong>en</strong> la Cruz con sus obras.<br />

CAPÍTULO IV<br />

Explicación literal de la segunda Palabra:<br />

“Amén, yo te aseguro: hoy estarás conmigo <strong>en</strong> el Paraíso”<br />

La segunda palabra o la segunda frase pronunciada <strong>por</strong> Cristo <strong>en</strong> la Cruz fue, según el<br />

testimonio de San Lucas, la magnífica promesa que hizo al ladrón que p<strong>en</strong>día de una Cruz a su<br />

lado. La promesa fue hecha <strong>en</strong> <strong>las</strong> sigui<strong>en</strong>tes circunstancias. Dos ladrones habían sido<br />

crucificados junto con el Seńor, uno a su mano derecha, el otro a su izquierda, y uno de ellos<br />

14

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!