VOCES DE SAN LUIS.pdf - Gobierno de San Luis

Y es que no podemos eludir la responsabilidad que impone el presente
y el porvenir de nuestra grandeza regional ante la facilidad que desarrolla una
acciÛn conjunta de voluntades que, como factor de Èxito, no aminora en nada
las particulares e Ìntimas satisfacciones del espÌritu frente a un ideal
humanitario, que proyectando claridades de paz por la independencia del
trabajo, concurren al ambiente en general que como mujeres argentinas
tenemos el deber de procurar.
El Èxito de esta exposiciÛn ha de satisfacerse cuando nuestras obreras
luzcan en ambiente propicio, como una restauraciÛn a la belleza del arte
colonial, el colorido de los tintes que nuestras abuelas combinaban
sabiamenteÖ
Acaso innecesarias mis palabras para recalcar un punto que no
tenemos probabilidad de repetir, pero en esta reja de arado, hecha con fuerzas
del alma, la tierra generosa ha de dar abrigo a la semilla que el corazÛn le dio,
y alg˙n dÌas el eco de alguna obrera que triunfa dir· a nuestras conciencias, a
media voz, satisfechas: ìesa fue nuestra manera de servir a la patria.î
(Fragmento).
Su participaciÛn en el levantamiento del nuevo templo de la Virgen del
Rosario del trono, fue ejemplarmente decidida, tesonera y eficaz.
La seÒora de Mendoza tipifica en alto grado a la mujer provinciana,
puntana; inteligente, instruida, din·mica, aunando la realizaciÛn a las
creaciones del talento, con visiÛn del progreso social, enaltecedor del medio;
de bien p˙blico, de filantropÌa, de caridad al prÛjimo de todas las escalas.
En el aspecto cultural y religioso fue guÌa y palanca.
Desterrado estaba de su car·cter el temor al fracaso, la pusilanimidad
que intimada y retrae; su ingenio proponÌale recursos para los efectos
deseados.
Din·mica del pensamiento y acciÛn, su vida es una rotunda rÈplica al
concepto de apatÌa y aun de dejadez e incuria con que se moteja, con cierta
conmiseraciÛn, a la mujer de provincia.
Escenarios diversos guardan el eco de su palabra y la imagen de su
presencia siempre representativa.
Si buscÛ el brillo y la resonancia fue con generoso intento de bien
social; personalmente en esos casos, ella era algo m·s que la seÒora de
Mendoza, o la esposa de un alto funcionario; era una matrona puntana.
Sin ocupar el sitial prestigioso de la Sociedad de Beneficencia, su
colaboraciÛn en ideas e iniciativas concretas, rubrica renglones que enaltecen
su misiÛn.
ìLA EUCARISTIA Y LA VIDA MUNDANAî
En Mendoza, 11 de agosto de 1934
ìEl amor, siempre impago del SeÒor de los corazones, que en medida
generosa y apretada devuelve el ciento por uno en la misericordia y en su
gracia, nos hizo aquÌ presente a los que de lejos vinieron y de cerca, para
congregarnos en fraternal celebraciÛn de un acontecimiento grande.