VOCES DE SAN LUIS.pdf - Gobierno de San Luis

ìPermitidme, ahora, un recuerdo que surge en mi mente por
asociaciÛn y que os narrarÈ como dato ilustrativo: En 1930 tuve ocasiÛn,
en Salzburgo (Austria), cuna de Mozart, de visitar el museo que guarda
sus reliquias en su misma casa. Al ver su min˙sculo primer piano, que
parece un juguete para niÒos, me asaltÛ un capricho muy explicable y
muy femenino, si se quiere. PedÌ permiso al cuidador para ejecutar el
motivo musical del propio Mozart, en su mismo pianito.
ìComo me fuera denegado en cumplimiento de severa consigna,
invoquÈ el argumento especial de mi lejana procedencia, que tuvo el
efecto deseado.
ì°Con quÈ curiosidad y contenida emociÛn puse mis dedos
profanos en el pequeÒo teclado amarillento, el mismo donde los deditos
rosados del propio Mozart niÒo, con pasmosa precocidad, compusiera
desde los cinco aÒos las obras cuyas partituras vi, celosamente
guardadas en vitrinas!
ìConfieso que guardo como un tierno y cariÒoso recuerdo esta
mi intrusa profanaciÛn.
ÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖ
ÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖÖ
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ìÖDespuÈs de la guerra, cuando el hombre sintiÛ alejarse su fe
espiritual, cuando la humanidad se oprime de angustia en un concepto
obscurecido del mundo y de la vida, rompiÈndose la armonÌa de las
fuerzas morales en un descontento y una desesperanza prolongada y
creciente, entonces, el espÌritu rompe diques y expone en su concepto
del arte toda aquella inquietante imagen en que vive y se debate;
miseria, dolor, aturdimiento, amenazas, estridencias de combates, ecos
de caÒonazos, ruidos en vez de sonidosÖ
ìTal es el concepto del alma humana en los ˙ltimos aÒos y tal la
fuente en que su intÈrprete, la m˙sica, bebe el agua viva de su
inspiraciÛn.î
(Ilustra con m˙sica moderna.)
MARIA INES FRANZINI HERRERA DE FERNANDEZ
VenÌa de ìSalamancaî, bien provisto su carcaj, y ofreciÛ a San
Luis las lozanas floraciones de su inquietud con entusiasmo,
generosamente, con voluntad e inteligencia, con dinamismo optimista.
Su pensamiento nuevo, no gastado en la brega, fue agua fresca
agregada al c·ntaro.
SumÛ su esfuerzo fraternalmente, sin vanas emulaciones, con la
superioridad de capacidades desprovistas de perjuicios, que
evidenciaron el temple de su joven individualidad.