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ìPero no es precisamente aquÌ donde la mujer bÌblica tiene su gran
puesto; es en el hogar donde fue a sembrar el sentimiento que formÛ el
corazÛn del que cantÛ sus lamentaciones, del que cantÛ los salmos y redujo la
ciencia a bellÌsimas sentencias.
ìPero dejÈmosla con la rueca y tras su rebaÒo, a este tipo de la mujer
primitiva, y vengamos a verla en la primera manifestaciÛn de su progreso.
Ve·mosla.
III
MUJER PAGANA
ìVenus habÌa nacido de las espumas del mar radiante, de belleza
Minerva del cerebro de J˙piter, como nace la sabidurÌa, de la prudencia y de la
razÛn; las musas eran compaÒeras del Arte.
ìLa imaginaciÛn brillante y soÒadora de los griegos habÌa creado en su
honor diosas y levantÛ templos.
ìCon esta concepciÛn de la mujer dignificada la Grecia dio un gran
paso.
ìLas artes y las ciencias llegaron a contar con una Agnodia que ilustrÛ
la medicina; con una Aspasia que ilustrando la PoesÌa y la elocuencia,
profundizÛ la filosofÌa y la literatura. Su casa, concurrida por SÛcrates, PlatÛn y
AlcibÌades, llego a ser la Academia que inspirÛ a Pericles en su vida polÌtica.
Las Agales y las Lasthenias, son otras tantas cuyos nombres no ha guardado
la historia.
ìPero esta mujer, enaltecida m·s por las virtudes patrias que por las
virtudes domÈsticas, no era la mujer que debÌa perpetuarse con su grandeza
aparente, porque su base era la del tablado de una fiesta. Pronto esa mujer
que preguntaba al fin de la batalla por la salud de la patria antes que por la del
hijo; ponto, muy pronto, esa mujer que habÌa dejado de ser la Alfesibea o la
cambiada por bueyes tenÌa que caer; al redimirse en esa base, habÌa adquirido
la libertad de la cr·pula!
ìEra causa, una concepciÛn m·s de Ìndole voluptuosa que de
sentimiento puros; accediÛ a la fuerza lÛgica de los hechos. CayÛ pues, y con
ella las libertades y civilizaciÛn; el poder y el patriotismo griego fue pasto del
Romano Imperio.
ìHemos visto un tipo de mujer pagana en Grecia, veamos otra de
diversa Ìndole en Roma.
ìEl Romano Imperio se levantÛ precisamente a impulsos de la mujer
romana, matrona modelo del civismo y de las virtudes domÈsticas.
ìHabÌa empezado su engrandecimiento el dÌa en que la sobrina robada
se colgÛ del cuello del esposo para pedir la vida de su hermano y de su padre,
que querÌan vengar su rapto.
ìAllÌ templÛ su espÌritu, para formar el corazÛn de sus hijos, que debÌan
ser los Cesares del mundo.