Obra Completa

tiene usted enfermedades rapaces de desconcertar al que mas seguro esté
de su cicncia. Ha estado usted entre la vida y la muerte, hubo un instante
en que el corazôn cstuvo tan débil, que con el aida puesto sobre
él espéré las. ùltimas palpltaciones, y en que la temperatura bajé grado
y media de la normal. Ahora su corazôn funciona bien y la temperatura
acusa ligera Fiebrc. Ha sido el mismo accidente de hace un aüo, pero
mucha mas grave. Esta usted hoy, coma entonees, camo si hubiera
tenido una hemorragia copiosa. [Tenemos que hacer sangrc, amigo
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y he hecho sangre, como dice él, en la convalecencia, que Je ha
parccido râpida y que me ha parecido intermidable, porque no vela la
hora dc ponerme en movirniento; mi juventud y el vigor de mi organizacién,
ayudados por sus sabias indicaciones, triunfaron de la horrible
debllidad cn que me dejé el vértigo.
Ahora acabo de pasearme por el hotel, que esta vacio, cornpletamente
vacio, con Jas paredes y los pises desnudos. Mis pasos repcrcuten en los
saloncs desiertos y coma agrandados par la falta de muebles. Trene todo
él, alumbrado por el frio sol de invierno, la tristeza de los sitios donde
vivimos, dejando algo de nosotros misrnos, y que no volvercmos a ver
nunca, Mariana vendra a habitat entre sus cuatro paredes otro, quizà
menas desgraciado que el que la abandona.
Muebles y objetos de arte, caballos y coches, todo el Fastuoso tren
que fue como la decoracién en que me rnovi en estas aûos de vida en
cl viejo continente> me esperan ya en el vapor que al ramper cl dia
comenzarâ a cruzar las olas verdosas dei enorme Atlântico para ir a
fondear en la rada donde se alza, con el eléctrico fanal en la mano,
la cstatua de la Libertad, modelada por Bartholdi.
Voy Il pedirle a vulgares ocupaciones mercantiles y al ernpleo incesante
de mi actividad rnatcrinl 10 que no me darlan ni cl arnor ni el
cnte, cl sccreto para soportar 10 vida, que me seria imposible en el
lugar donde, bajo la ricrra, ha quedado una parte de mi alma. El
coche que me llevarâ a la estacién para tomar cl tren que me aleje de
Paris para siempre, ira primero al lugar donde he pasado las maûanas
de los ùltimos dias.
Al llegar a él el 28 de octubre, con una tarde destemplada y hûmeda,
Mannoni se alejé, suplicéndome que 10 esperara por unos momentos.
Scguramcntc queria cstar solo para conmemorar el aniversario. Carniné
unos pasos, y al sentir 10 mojado dei piso, fui a deternerme bajo las
ramas de un àrbol y cerca de una columna que tenia la inscrlpiciôn
media borrada por los alios y ln lluvia. Record Con las miradas el horizonte
cobrizo, sobre el cual cortaban sus negruras finas, como los
calades de un encajc, las cimas de los àrboles de la entrada, sacudidos
por cl viento. Alla, lejos, entre las sombras que empczaban a envolver
cl paisaje, dorada por lin rayo deI sol, bnllaba la cûpula de los Invalidas.
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